El duque Felipe de Edimburgo pasó ayer por quirófano para tratar una afección cardiovascular previa. Con éxito, según informa el palacio de Buckingham. Desde la Casa Real británica añadieron que permanecería en el hospital de St. Bartholomeew para proseguir su tratamiento y recuperación posquirúrgica durante unos días.
Felipe, a sus 99 años, lleva ya 16 noches en hospitales, contando su traslado en ambulancia desde el King Edward VII al St. Bartholomew en la mañana del día 1 de marzo. Entonces, desde Buckingham se informó de que los médicos seguirían tratando la infección por la que fue ingresado, pero que el príncipe consorte de Inglaterra también sería sometido a "pruebas y observación para una afección cardiovascular previa".
Ayer, la duquesa de Cornualles, Camilla, dijo en una visita a un centro de vacunación comunitario que el duque estaba "mejorando ligeramente" en el hospital, pero que estaba "pasándolo mal a ratos". El marido de la reina Isabel II de Inglaterrra fue cuidadosamente escudado con grandes paraguas, a modo de pantalla protectora, cuando dejó el hospital King Edward VII para entrar en la ambulancia. Entonces, como comentó el Telegraph, el palacio no confirmó de inmediato su traslado hospitalario, y se cree que la familia esperó hasta su llegada al St. Bartholomew para emitir el comunicado.
Su primer ingreso se produjo el día 16 de febrero como una medida preventiva tras encontrarse el duque indispuesto. Se esperaba que recibiese el alta en pocos días, pero su estancia se ha prolongado significativamente mientras desde palacio indicaban que estaba recibiendo tratamiento por una infección.
El viernes, día 19 de febrero, se informó de que Felipe permanecería ingresado el fin de semana "en observación y reposo". El día 20 recibió la visita de su primogénito, el príncipe Carlos de Inglaterra, que pasó cerca de media hora acompañando a su padre. Se cree que aprovechó para informarle del desarrollo de los acontecimientos que rodean a su hijo, el príncipe Harry, y a su nuera, Meghan Markle. Al príncipe Guillermo le preguntaron sobre la salud de su abuelo cuando visitó otro centro de vacunación el día 22 de febrero, a lo que respondió: "Sí, está bien, le están revisando", mientras guiñaba un ojo. Al día siguient, el príncipe Eduardo, el más joven de los hijos del duque, contó a Sky News que su padre estaba "mucho mejor" y que ya estaba pensando en recibir el alta.
Desde palacio habían informado previamente de que su ingreso era "una medida preventiva" adoptada por recomendación de su médico personal tras sentirse indispuesto. El Mail había informado de que ese ingreso no tenía que ver con el coronavirus y que la decisión de ingresarle se había tomado con "exceso de cautela".
A Felipe de Edimburgo le llevaron en coche –al que había entrado sin ayuda– hasta el King Edward VII. Fuentes de la realeza añadieron entonces que tenía "buen ánimo" y que la reina se había quedado en el castillo de Windsor.
La última vez que Felipe fue ingresado fue en diciembre de 2019 por una "afección previa". Permaneció cuatro noches en el hospital antes de recibir el alta en Nochebuena. Hace un año, se creía que el duque llevaba un tiempo sintiéndose mal y hubo cierta preocupación cuando contrajo un resfriado. Al duque no se le ve habitualmente en público desde hace tiempo, en parte por la pandemia, y en parte por su jubilación como royal en activo en 2017.
Artículo publicado en Tatler y traducido. Lea aquí el original
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