Cancer Care 2020 de Mujerhoy: el cáncer ginecológico ya no es sinónimo de infertilidad

Mujerhoy Cancer Care 2020, en su primera edición virtual, se ha inaugurado de la mejor manera posible, con un mensaje de esperanza para las mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer ginecológico. Gracias a los avances (y si la enfermedad es detectada en una etapa temprana), muchas de ellas podrán cumplir su deseo de ser madres. El dr. Javier de Santiago, Jefe de Ginecología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid, ha despejado en esta charla con la periodista de Mujerhoy Ixone Díaz uno de los principales temores de estas pacientes.

A pesar de que las cifras de afectadas por los cánceres de ovario, de cuello de útero y de endometrio no son tan elevadas como las de cáncer de mama, en esta edición del Cancer Care de Mujerhoy hemos querido dar a conocer estas patologías porque su detección precoz es clave para el éxito del tratamiento. Gracias al asesoramiento del experto de MD Anderson Cancer Center Madrid, el Cancer Care ha ayudado a todas las lectoras a saber más sobre los síntomas que pueden alertar sobre estos cánceres así como de las novedades en su tratamiento y en cómo afectan a la fertilidad. Un esfuerzo que no habría sido posible sin el patrocinio del laboratorio dermatológico La Roche Posay y la compañía biofarmacéutica Bristol-Myers Squibb.

Cáncer ginecológico: un riesgo para la fertilidad si no se detecta a tiempo

Estos tres tipos de tumores tienen la misma localización (el aparato reproductor), pero comportamientos absolutamente diferentes. Lo que sí es común en todos ellos es que, para mejorar el pronóstico de su tratamiento, es imprescindible la detección temprana. “Existen dos signos ante los que hay que consultar: sufrir un sangrado anormal y, en el caso del cáncer de ovario, padecer una serie de molestias inespecíficas, como sensación de plenitud gástrica o molestias digestivas, a las que no se encuentra causa y que persisten durante dos o tres meses”, ha explicado el dr. Javier de Santiago.

En cuanto al tratamiento, a pesar de que la investigación en este campo de aproxima poco a poco a conseguir tratar cada tumor de forma personalizada, poniéndole “nombre y varios apellidos” a cada uno de ellos a través de su huella genética y molecular para ajustar lo más posible el tratamiento, la realidad es que, en este momento, las principales opciones terapéuticas para estas pacientes siguen siendo dos: la cirugía (que implica en muchos casos la eliminación del útero y los ovarios) y la quimioterapia.

Pero el tratamiento depende en gran medida del momento en el que se localiza el tumor. “Tenemos la suerte de que ahora estos tumores se diagnostican en etapas más precoces. Esto hace que en el cáncer de cuello de útero nos podemos permitir cirugías más conservadoras que mantienen el útero y parte del cérvix, de manera que se puede conseguir un embarazo con un pronóstico oncológico razonable.

Y con el cáncer de endometrio también existen opciones de este tipo. En cuanto al cáncer de ovario suele diagnosticarse más tarde, pero si la mujer no ha cumplido su deseo reproductivo y el tumor está muy localizado, se puede valorar la posibilidad de conservar el ovario haciendo una buena cirugía. Ahora, en muchos casos, podemos ofrecer a las mujeres jóvenes que no han tenido hijos preservar su fertilidad de cara al futuro”, aseguró en dr. Javier de Santiago.

Endometriosis: la amenaza silenciosa para la fertilidad femenina

Aprovechando que el dr. de Santiago es también un experto en el tratamiento de la endometriosis, también le consultamos en esta charla las principales dudas sobre esta enfermedad crónica que se calcula que afecta a un millón y medio de mujeres en España.

La endometriosis consiste en la presencia de células endometriales fuera del útero. Estas células pueden llegar a implantarse y proliferar en la cavidad peritoneal, los ovarios e, incluso, en el intestino. El problema es que son completamente funcionales, es decir, siguen el mismo ciclo menstrual que las células alojadas en el útero por lo que provocan un tipo de menstruación denominada retrógrada que tiene como principal síntoma el dolor.

Aunque existe otro gran signo que hace sospechar al especialista que se encuentra ante un caso de endometriosis: el descenso de la fertilidad. “La mitad de las pacientes que consultan por problemas de fertilidad tiene alguna forma de endometriosis. Calculamos que cuando la paciente llega a consulta lleva de ocho a 10 años con sintomatología, pero no ha consultado antes porque entiende que el dolor de regla es “normal”. Pero cuando ese dolor no se pasa con los tratamientos analgésicos habituales, afecta a la calidad de vida de la mujer, persiste en el tiempo y aparece junto a otros síntomas como dolor al ir al baño, hay que consultar”, explicó el Dr. Javier de Santiago.

Como en el caso del cáncer ginecológico, el diagnóstico precoz ayuda a preservar la fertilidad en caso de sufrir endometriosis. Si la enfermedad se diagnostica en sus primeras etapas, la afectación de los ovarios puede no haberse producido y con el tratamiento adecuado no solo se puede llegar a controlar la sintomatología de la endometriosis, sino que se pueden prevenir daños mayores y preservar la fertilidad de tal forma que estas pacientes pueden quedarse embarazadas sin necesidad de recurrir a tratamientos de fertilidad.

El tratamiento contra la endometriosis posee varios niveles. En el primer escalón se encuentran, por supuesto, los analgésicos; y en el segundo el tratamiento hormonal con progesterona. Para los casos más graves (y menos comunes), que no responden a ambos tratamientos o en los que las células endometriales han llegado hasta órganos como la vejiga o en intestino se recomienda la cirugía.

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