Si ya de por sí fue duro el relato que se podía escuchar en el avance del sexto episodio de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, donde Rocío Carrasco desvelaba que Antonio David Flores infundía terror en su hija cuando era pequeña al hacerla creer que su madre se marchaba por las noches de casa junto a Fidel Albiac, dejándola desatendida, lo que contó durante la última entrega de la exitosa docuserie de Telecinco es mucho más estremecedor.La hija de Rocío Jurado asegura que Antonio David le devolvió un día a su hijo pequeño, siendo tan solo un bebé, con el brazo roto después de que hubieran pasado varios días desde que se cayera de una litera.
Tras relatar el conocido suceso de las pesadillas nocturnas de Rocío Flores, Carrasco explicó que comenzó a tener miedo de su exmarido. “Ahí es cuando empiezo a notar que todo está cambiando (…) Tenía pánico, yo tenía pánico. Me acuerdo que en esos fines de semana alternos, cuando él me devolvía a los niños, en un principio, lo hacía a las puertas de mi casa. Cuando me devolvía a los niños, yo tenía la precaución de meterlos para adentro pronto porque él me increpaba y me insultaba. Aprovechaba esas tomas de contacto para insultarme y decirme que me los iba a quitar”, afirmó compungida.
“Sabía que por algún sitio iba a saltar. Iba a intentar sacarme de mis casillas. Él conocía a la Rocío del principio, a la que decía que podía con todo. Pero, en ese momento, yo ya estaba empezando a no poder porque mis hijos estaban de por medio”, continuó diciendo.
Ante el miedo que sentía al recoger a sus hijos en la puerta de su casa, decidió dejar que su ayudante Paco se encargara de esta tarea para no tener que enfrentarse a Antonio David. Sin embargo, un día vio que el tiempo pasaba y sus hijos no llegaban a la hora prevista. Aunque estaba desesperada, decide esperar, encontrándose al fin con una desagradable sorpresa. “Cuando tengo al niño en brazos me doy cuenta de que tiene un bulto impresionante en el brazo. Al tocarle, del dolor se quedó traspuesto”, explicó Carrasco.
Al preguntarle a su hija qué había sucedido, esta le confesó que el viernes, siendo ese día domingo, su hermano pequeño se había caído de una litera. “Cuando vimos el bulto, Fidel me dijo que teníamos que ir a Urgencias porque el niño tenía el brazo roto. A mí no me podía caber en la cabeza que el niño llevara con el brazo roto desde el viernes”.
Al llegar al hospital, al pequeño David le hicieron una radiografía. “Tenía el brazo roto por la mitad y la doctora me miró con desconfianza por haber tenido al niño así. Allí me fui a poner una denuncia por negligencia en los deberes de custodia, denuncia que luego retiré porque no quería hacer nada en contra del padre de mis hijos (…) Yo quería que tuvieran una imagen de él que a la larga ha jugado en mi contra. Todas las veces que yo le he dicho a esos niños que quieran a su padre han socavado un poco mi integridad como madre y como mujer porque eso ha jugado siempre en mi contra”, sentenció la hija de Rocío Jurado.
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