Hoy Natalie Portman cumple 39 años. Y consciente de que esta fecha iba a llevar a muchos de sus seguidores a dejarle un mensaje de cariño en redes sociales, la actriz ha querido aprovechar este flujo de visitas para lanzar un mensaje a favor de la campaña Defund The Police. Un polémico movimiento social que estos días está pidiendo en Estados Unidos que se rebaje o directamente se elimine el presupuesto de los departamentos de la policía del país para combatir el racismo y la violencia contra las minorías.
Una petición con la que Portman no estaba muy de acuerdo en el principio pero que después de reflexionar sobre ella ha decidido apoyar sin condiciones, tal y como ella misma explica en el texto que acompaña las imágenes que ha publicado para dar publicidad a esta iniciativa que pide dedicar ese presupuesto policial a hacer inversiones en los barrios y comunidades más pobres y evitar así la delincuencia.
“La primera vez que escuché sobre #defundthepolice tengo que admitir que mi reacción fue tener miedo. Toda mi vida la policía me ha hecho sentir segura. Pero eso es exactamente el centro de mi privilegio blanco: la policía me hace sentir segura porque soy una mujer blanca mientras que mis amigos, familia y vecinos negros sienten justo lo contrario. Para ellos, la policía es terror”, afirma Portman.
“Y tienen razón para sentirse así. La violencia policial es la sexta causa que provoca más muertes en nuestro país entre la población negra. Esto no son incidentes aislados. Esto sigue un patrón y es parte del sistema de excesivo control policial entre los afroamericanos. Las reformas no han funcionado. Sobre todo si tenemos en cuenta que Minneapolis, donde George Floyd fue asesinado, es precisamente una de las ciudades donde más esfuerzo se ha dedicado a educar en la tolerancia y el progresismo a las fuerzas policiales”, asegura.
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“Estoy muy agradecida a todas las asociaciones que nos están haciéndonos cuestionar nuestro status quo. A todos los que nos han invitado a imaginar un mundo en el que hagamos inversiones para mejorar la vida de la gente, su educación, su salud y su entorno; en lugar de dedicar todo nuestro presupuesto a castigarles”, defiende.
“He llegado a esa edad en la que creo que está mal cualquier situación que me hace sentir incómoda. Pero en esta ocasión, la que estaba mal soy yo porque es el sistema que me hacía sentir segura lo que realmente hay que cambiar”, concluye.
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