El presentador de Mi casa es la tuya, Bertín Osborne, y la modelo venezolana de la que se enamoró hace 20 años, Fabiola Martínez, se han separado. Una triste noticia sin duda para comenzar el año, pero se ve que la relación entre ellos durante el 2020 del coronavirus ha sido, como él mismo ha confesado en el comunicado con el que ha “oficializado” su separación, complicada.
La pareja ha pedido respeto, pero no podemos evitar que nos pique la curiosidad por cómo lo sobrellevará, él, pero también sus hijas, fruto de su matrimonio anterior con Sandra Domecq,Eugenia Osborne y Claudia Osborne. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan para conservar la buena amistad que esperan poder mantener? Aquí van algunas pistas para conocer todo lo que arriesga Bertín Osborne en este divorcio.
Clave 1. Bertín Osborne pierde a “una gran mujer” (aunque tiene a otras en su vida)
No lo decimos nosotros, lo dice él mismo en su comunicado y algo nos hace pensar que ambos van a tardar bastante en fijarse en alguien después de este divorcio. De las relaciones pasadas de Fabiola sabemos poco (no en vano ella tiene 18 años menos que él). Básicamente debutó en las páginas de nuestras revistas del corazón cuando conoció a Bertín Osborne vía casting. El cantante convocó una prueba para escoger a alguien con quien bailar en uno de sus videoclips y, cuando coincidieron un año más tarde, él ya no se separó de ella. De ese momento hace ya 20 años, con paso por la vicaría vestida de Rosa Clará en 2006 incluido, pero todo tiene un final
La vida sentimental del cantante y empresario la tenemos mucho más trabajada en nuestra memoria. Norberto Juan Ortíz Osborne (que es su nombre verdadero) ha sido un asiduo de las portadas desde que inició su carrera como cantante en los 80.
Su primer matrimonio llegó muy pronto: se casó con Sandra Domecq en 1977, cuando ambos eran muy jóvenes. De hecho, él mismo ha declarado en alguna ocasión que fue esa juventud la que hizo que se acabaran divorciando doce años mças tarde: según el cantante casarse a los 21 años no es buena idea si quieres que la relación prospere. Ser infiel a la mujer con la que has pasado por la iglesia tampoco es buena idea, y ese fue uno de los errores que cometió Bertín en su primer matrimonio y el que a pesar de pedir perdón mil veces le llevó hasta el juez para firmar el divorcio.
Pero incluso con un divorcio de por medio no hay duda de que Sandra Domecq fue una de las personas más importantes de la vida de Bertín Osborne y. justo antes de la muerte prematura de esta con 51 años por culpa de un cáncer, Bertín hablaba de Sandra como de “una hermana”. Aún hoy se emociona hasta las lágrimas recordándola, como le sucedió en uno de los episodios de Mi casa es la tuya cuando escuchó a Niña Pastori cantar “Caí” y la canción le recordó a su etapa en Jerez junto a su primera esposa.
Desde que firmara los papeles del divorcio en 1989 hasta que consiguiera la estabilidad sentimental al lado de Fabiola, el presentador tardó 12 largos años en encontrar a alguien que le hiciera plantearse pasar de nuevo por el altar (aunque Arianne Brown también estuvo cerca de conseguirlo). Por el camino quedaron affaires más o menos sonados, como el que mantuvo con Mar Flores o con la neumática Brigitte Nielsen.
Clave 2. No hay terceras personas (aunque sí hay otras mujeres en la vida de Bertín)
No hay terceras personas. Es uno de los puntos que ha remarcado Bertín Osborne en su comunicado. De hecho, sorprende cómo el cantante se echa la culpa de la decisión final de la pareja. “Yo confieso que soy complicado en el día a día y asumo toda la responsabilidad en los motivos que han dado lugar a esta decisión”, explica en su declaración que da por finiquitada la relación entre ambos.
Cuesta imaginar cómo de dura ha debido de ser esa convivencia para tomar esa decisión más teniendo en cuenta que la pareja fantaseaba con una segunda boda para renovar sus votos hace apenas un par de años y ella colgaba en Instagram el mensaje “Dos copas… Un brindis y un te quiero. No necesitamos más” el día de su aniversario de bodas en junio de 2020.
Fabiola y Bertín, Bertín y Fabiola tienen algo que ha conquistado a mucha gente, y buena parte de ese encanto se desprende de la socarronería de él y de la actitud de madre coraje de ella. Porque si algo se puede decir de ellos es que son unos padrazos y que están 100% volcados en sus hijos Kike y Carlos. El primogénito de la pareja, Kike, que ahora tiene 13 años sufre parálisis cerebral. Fabiola se contagió de listeria durante en embarazo y esto afectó al niño que es gran dependiente. La pareja ha concedido todo su apoyo a personas que están pasando por el mismo trance que ellos e incluso tienen una fundación cuyo objetivo es ese: ofrecer ayuda a la gente que está pasando por lo mismo que ellos.
El cuidado de Kike y la admiración que Bertín ha confesado una y mil veces a Fabiola como madre hace que la noticia de esta separación se nos haga un poco más triste: realmente parecían una pareja capaz de superar juntos cualquier cosa. Pero no ha podido ser.
Bertín conserva la esperanza de forjar con Fabiola gracias al cariño que se tienen una amistad como la que mantuvo con la madre de sus hijas, Sandra Domecq a lo largo de toda su vida. Mientras fraguan este nuevo vínculo Alejandra, Eugenia y Claudia, las hijas que Bertín tuvo con su primera mujer, continuarán siendo las mujeres de su vida y un gran apoyo hasta que las aguas se calmen. De momento la más mediática de todas ellas ya ha lanzado un mensaje de apoyo a su madrastra: se ha roto un matrimonio, no una familia.
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