Felipe VI y Letizia presiden el homenaje a las víctimas del Covid-19

Cuando se cumple un año del primer homenaje a las víctimas de la pandemia, España vuelve a rendir tributo a fallecidos por la COVID-19. Felipe VI y Letizia presiden este actode reconocimiento al personal sanitario que dio su vida para salvar a miles de personas en nuestro país. El Consejo de Ministros concedió la medalla de la Gran Cruz a más de 100 sanitarios y, en este acto, sus familiares recogerán las medallas de manos del Rey.

Poco antes de las 09:00 h, los Reyes llegaban a la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, donde tiene lugar el solemne acto, y han estado hablando con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A diferencia de 2020, los Reyes no han estado acompañados de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Leonor, que el pasado 14 de julio protagonizaron su primer acto juntas y en solitario.

El acto ha estado conducido por el veterano periodista y escritor Fernando Ónega, que ha dado la palabra a los testimonios de las familia. Uno de los más emotivos ha sido el de María Díaz, sanitaria e hija del cirujano jefe del Hospital La Paz, Joaquín Díaz, fallecido en abril de 2020.

El Rey ha hecho entrega de 4 medallas, de forma representativa, a cuatro de las familias, entre ellas, a la del sanitario más veterano fallecido en la pandemia.

También ha asistido Araceli Hidalgo, la primera vacunada contra el coronavirus –el 27 de diciembre de 2020–, que ha estado acompañada de su familia.Araceli, a sus 97 años, ha dado un pequeño discurso de agradecimiento a todos los colectivos que han luchado por protegernos durante la pandemia. Y con una mención especial a sus compañeros y personal de residencia.

Tras sus palabras ha tenido lugar la proyección de un vídeo sobre héroes anónimos y narrado por Andrés Iniesta, seguido del ‘Hallellujah’ de Leonard Cohen, interpretado por el Coro Intergeneracional del Orfeón Pamplonés, en el que hay miembros desde los siete a los 85 años.

Acorde con el solemne acto, Letizia ha optado por un vestido oscuro. Concretamente por el vestido azul de Bottega Veneta, un modelo de largo midi, cuerpo ajustado y falda de vuelo, con escote en pico y de manga corta. No pasan desapercibidos los detalles de flores bordadas en terciopelo en la parte superior. Un diseño que estrenóen 2018 durante una visita a Santiago de Compostela. Como complementos, sus salones negros y clutch a juego. Aunque llevaba el pelo recogido en un moño bajo, el viento ha soltado algunos mechones.

Con este homenaje, la Familia Real, las instituciones y la sociedad española en su conjunto quieren expresar a sus familias su dolor y su agradecimiento por su trabajo y por su entrega total.


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