María Peláe: ‘‘Lola Flores es la que más me ha marcado, por su libertad”

María Peláe es una cantante y compositora de larga trayectoria, que se ha ganado el favor del público porque tiene un algo especial para conectar con gente de todas las edades, por la temática de sus canciones, algunas comprometidas, con mensaje, utilizando el humor y la ironía para quitarles hierro a asuntos polémicos como la homosexualidad de las mujeres. Sincera y valiente, se encuentra en plena gira con su nuevo single, titulado ‘Mi tío Juan’, que ya han visualizado en Youtube más de dos millones de personas. Un éxito que saborea con la misma humildad que utiliza cuando compagina la música con el cuidado de personas con Alzheimer, o inmigrantes, ya que, entre otras, sus pasiones son el trabajo social y la Antropología.

María, ¿qué ha sido lo más duro de este último año?
Ha sido complicado sobrevivir porque muchas salas en las que actuábamos los cantautores han cerrado, pero poco a poco las cosas se van normalizando y ahora estoy inmersa en una gira que espero dure hasta el próximo año. Porque si de algo me he dado cuenta es de las ganas que tiene la gente de desconectar de lo que ha pasado, escuchando canciones que les alegren la vida.

Como compositora, ¿qué ha cambiado en su música?
Yo escribo de lo que veo, de lo que me pasa, porque a todo intento sacarle la parte positiva, ya que si algo he aprendido es a no dar por hecho nada, lo que escribo es lo que soy. No quiero transmitir penas, sólo buen rollo, siempre con humor.

Se contagió de Covid, ¿cómo y dónde lo pasó?
Cuando yo me contagié no podía ir al hospital porque estaban a tope. Llamaba a urgencias y no venían pese a que tenía fiebre, dolor de garganta, y el cuerpo como si me hubiera pasado un camión por encima. No he sido la única de la familia que lo ha tenido, mi hermana estuvo en urgencias, otro familiar también, digamos que he estado rodeada por el virus.

¿Qué consejos daría a los jóvenes que van a sus conciertos?
Que tomen todo tipo de precauciones porque el bicho sigue ahí. Lo hago siempre, entre otras razones porque este virus afecta a gente de todas las edades. Entiendo que el hartazgo te puede llevar a cometer imprudencias que hay que evitar.

«Mi quité la Z de mi apellido para evitar la confusión con una nadadora famosa que se llama igual»

Se apellida Peláe, ¿por qué se ha quitado la Z?
Porque en Málaga hay una nadadora famosa que se llama igual, y para evitar confusión, me quité la zeta.

Emocionalmente su vida no ha sido un camino de rosas.
Ha sido complejo, por eso ahora disfruto con todo lo que me pasa. Llevo 12 años cantando acompañada de mi guitarra, imagínate. El disco anterior pude sacarlo porque me prestaron el dinero y, a nivel psicológico, he sufrido muchas subidas y bajadas.

Guitarra que le regalaron para combatir su timidez.
Ha sido un proceso largo, de hecho, en mi primer concierto yo no levantaba la cabeza de la guitarra, porque ni mi madre sabía que cantaba, se enteró allí. Ella de jovencita fue bailaora, y no hace mucho me enteré de que una bisabuela mía cantaba en el Café de Chinitas de Málaga.

La música no le impidió seguir estudiando.
Lo hacía en paralelo, porque a mí me gustaba la Antropología, pero también el Trabajo Social, que he podido desarrollar en una asociación de Alzheimer, en inmigración, pasando por desahucios, y cuando me vine a Madrid, trabajando en el Instituto de la Vivienda al tiempo que daba conciertos y trabajaba en un musical.

¿No se volvió loca?
Me quedé en na, me floraba la cabeza. Mi idea fue siempre cantar, pero no siempre puedes hacer lo que quieres.

¿A qué fue a los Pirineos, sola y con tan sólo 16 años?
A hacer un curso de percusión, fui sola porque mi madre siempre ha confiado mucho en mi seriedad, ya que a veces soy más madre que mi madre. Allí me subí por primera vez a un escenario, sin dejar de estudiar porque quería hacer Medicina.

¿Qué otras cosas descubrió en los Pirineos?
Colaboré en una asociación de refugiados políticos, una experiencia que me cambió la visión que tenía de la vida y me enseñó el camino sobre cómo podía ayudarles. Yo pertenezco a esa generación a la que nos han vendido que había que ir a la Universidad y después encontrar un trabajo, es por lo que me matriculo en Antropología, para ayudar en los hospitales, pero el concierto me cambió el chip, y dejé la Medicina.

¿Tuvo que ver en esa decisión la situación de los refugiados?
Sí, porque me encontré con situaciones que con 16 años me obligaron a tener los pies en la tierra. Pero me di cuenta de que había otras maneras de ayudar, entre ellas la de cantar. En esa Asociación de Alhzeimer en la que trabajé, yo les cantaba, y notaba que mejoraban, porque curiosamente no recuerdan el nombre de sus familiares, pero sí la letra de canciones como ‘Ojos verdes’ o ‘María la portuguesa’.

«Con la música ricos no nos hacemos, sobrevivimos porque se cobra muy poco»

¿Se puede vivir de la música?
Era lo que buscaba, llevo seis años en los que me dedico exclusivamente a cantar, a dar conciertos, aunque con la música ricos no nos hacemos, sobrevivimos porque se cobra muy poco, y a veces hay que compaginarlo con otros trabajos.

Tiene un estilo peculiar, de mezclas diversas.
Cuando tocaba en tablaos era muy cantautora, y cuando cantaba en lugares de cantautores, era muy flamenca. ¿Dónde encajo en esa mezcla tan personal que hago? He tenido épocas diversas, tengo música de Celia Cruz, Areta Franklin o Lola Flores.

¿Es por lo que le llaman la Lola Flores millenial?
Lola Flores es quien más me ha marcado por su libertad, su forma de estar en el escenario, su modernidad. Es un amor heredado de mi abuela, que era súper fan de Lola, y que cuando ella falleció yo la heredé. Tengo su foto en mi mesilla de noche.

Usted también es muy libre, ¿o me equivoco?
No, yo me siento muy libre, pero soy muy comedida a la hora de decir ciertas cosas porque soy consciente de lo que me rodea. Por ejemplo, en las redes sociales me gustaría decir más cosas de las que digo, pero como hay tantas sensibilidades a las que puedes herir, digo lo que tengo que decir, pero sin callarme.

¿A qué tiene miedo?
Miedo no, digo las cosas claras, voy al grano para que no se me interprete mal. Si saco una canción como la de ‘Mi tío Juan’, yo no la saco tal cual porque es un canto de libertad. Igual que ‘La niña’, en la que hablo de la homosexualidad de las mujeres, pero lo cuento utilizando la ironía, con guasa, para evitar que alguien se sienta herido.

¿Sigue habiendo prejuicios con respecto a la homosexualidad?
Muchísimos, cuando me hacían entrevistas con ‘Mi tío Juan’ lo primero que me preguntan es si es necesario seguir hablando de esto.

¿Qué les contesta?
A la vista está que sí es muy necesario hacerlo, porque hay personas que están sufriendo. Por tener la vida que queremos mucha gente está sufriendo represiones. ¿Por qué tengo que ocultar que tengo una pareja mujer?

Dígamelo usted.
Porque hay una parte de la sociedad en la que sabes que no encajas, hasta que tienes que envalentonarte y decir: ¡Aquí encajamos todos! Es complejo, lo dijeron el otro día Los Javis: ¿Quién te devuelve los años en los que has ocultado tu sexualidad?

«La ley trans es un paso necesario aunque sólo sea porque da libertad para que cada uno sea lo que realmente es»

¿Qué opina de la aprobación de la Ley trans?
Es un paso necesario, aunque sólo sea porque da libertad para que cada uno sea lo que realmente es. Esta ley te ampara frente a los que hacen la doble lectura cuando dicen: Vale, lo respeto, si yo no cuestiono que a usted le guste el vino blanco en vez del tinto, usted no me cuestione porque a mí me gusta la cerveza.

Por suerte se mueve en un mundo más liberal.
Bueno, lo que pasa es que muchas veces se cubre lo de ser artista con ser ambiguo, pero hay muchos sitios donde no está bien visto que seas o no lesbiana. Son siglos de ocultamiento, de machismo, y eso imprime carácter.

¿Vivimos demasiado rápido, sin reflexionar?
Hay veces que me preguntan sobre cosas que acaban de ocurrir y de las que todavía no tengo una posición clara. Vivimos en la inmediatez. Y eso mismo ocurre en la música, hay que sacar un single cada semana, y eso es imposible. Yo no tengo ninguna multinacional que me respalde.

¿Grabar un disco es muy costoso?
Sacar un disco es costoso, los singles tienen la ventaja de que cada canción tiene su espacio, su tiempo. Yo espero sacar un disco para final de año, con algunas canciones nuevas.

«Una canción de Rocío Jurado es mi talismán»

Una canción de Lola Flores que lleve en su repertorio.
‘Cómo me las maravillaría yo’, la llevo tatuada, pero me gustan mucho ‘La zarzamora’, ‘Pena, penita, pena…’

¿Y de Rocío Jurado?
Tiene Rocío una canción que es mi talismán: ‘Me empezarán a ir las cosas mejor’, y Se nos rompió el amor, la he cantado muchas veces….

Son canciones con historias que bien podrían ser una novela.
Ésa es la idea, porque yo no concibo componer una canción si no es una historia, precisamente porque he mamado mucho de los carnavales de Cádiz, que te contaban historias del día a día.

¿A quién no ha cantado y le gustaría cantar?
Me lo planteo continuamente. Yo compongo sobre cosas que me pasan a mí, otras veces porque escuchas contar una historia y le preguntas, es lo que me ocurrió con ‘El tío Juan’, para componerla pregunté a muchos amigos, hice un estudio sociológico antes de componerla.

¿Es la más personal?
En ‘Te espero en jarras’, cuento cosas que me han pasado a mí. Es mi manera de desahogarme, porque al ser tan tímida hay cosas que no las hablo, pero las canto.

Cuando le dice a sus padres que quiere ser artista, ¿cómo reaccionan?
Bien, porque saben que soy muy responsable. Lo he sido con los estudios, con el dinero, no se dio ese momento de decirles: papá, quiero ser artista. Ellos sabían que yo quería estudiar Medicina y Trabajo Social: para ejercer la primera, necesitaba dedicación total; como trabajadora social, podía combinarlas. Y mi madre, encantada.

¿Acabar Medicina es su asignatura pendiente?
La carrera la acabé, pasé cinco años estudiando mientras cantaba, pero cuando sea mayor me gustaría especializarme. Haber estudiado Antropología me ha ayudado mucho a la hora de componer.

Entrevista realizada en el tablao flamenco Torres Bermejas Calle de Mesonero Romanos, 11, Madrid.

Su foto favorita

«Esta foto me la hicieron en el Café Berlín, cuando presenté ‘Hipocondría’, que me costó sacar porque no tuve ayuda de nadie»

Quién es María Peláe

Nació en Málaga, en 1990.

Trayectoria A los 12 años le regalaron su primera guitarra. A los 16 se fue a los Pirineos a hacer un curso de percusión étnica. Con 17 da su primer concierto en Málaga, con canciones propias que había compuesto bajo el pseudónimo de Alsondelpez en honor a su primera guitarra. A partir de ahí se centra en cantar sus propias canciones, de la mano de Javier Moreno, su mentor. En Córdoba graba ‘Déhate de tonterías’, su canción fetiche. De ahí da el salto a Madrid para cantar en Libertad8. En la capital, se matricula en la escuela de flamenco Amor de Dios, sin dejar de estudiar Antropología y Trabajo Social y desarrollarse como cantante y compositora. En su disco Hipocondría, que presentó en el Café Berlín de Madrid, incluye canciones como ‘El vals de quien se va’, un guiño a Enrique Morente, y ‘Si se achucha’, entra, dedicado a Lola Flores. Ahora se encuentra de gira con su single ‘Mi tío Juan’. Ha ganado el Certamen de Cantautores de la Diputación de Burgos, y de Abril, de Granada, entre otros premios.

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