Sonsoles Ónega: ‘‘Yo suscribo la denuncia del maltrato psicológico que ha sufrido Rocío Carrasco»

La sonrisa es, sin duda, la mejor tarjeta de presentación de Sonsoles Ónega, que luce incluso cuando se le hacen preguntas sobre su privacidad y que como buena gallega intenta desviar, a sabiendas de quesu amistad con la reina Letizia despierta el interés de la prensa, o su relación sentimental con el arquitecto César Vidal, con el que ha encontrado la estabilidad.

Madre de dos adolescentes, Gonzalo y Yago, Sonsoles es uno de los valores más sólidos de Telecinco, porque han descubierto su capacidad para conducir tertulias, presentar programas o galas de entretenimiento. Un plus que sumado a su éxito como escritora, la han convertido en un personaje muy popular.

«Me llamo Sonsoles por Sonsoles la hija de Suárez»

Sonsoles, nacer en 1977, tras las primeras elecciones en libertad, le habrá marcado.
De esa fecha, como es lógico, no tengo ningún recuerdo porque todavía estaba en la tripa de mi madre, pero sí recuerdo cuando era niña y escuchaba en mi casa referencias políticas y muy emotivas sobre Adolfo Suárez. De hecho, yo me llamo Sonsoles por Sonsoles, la hija de Suárez, ya que como bien sabes mi padre trabajaba con el presidente en Moncloa.

¿Qué sintió la primera vez que pisó el Congreso?
Emoción, porque cuando empecé a hacer información parlamentaria para los informativos de Tele 5 en 2008, pensaba: cuántas cosas he vivido no personalmente sino a través de mi padre.

Que sería periodista estaba cantado siendo hija de quien es…
La nuestra es una familia de trabajadores, tanto por parte de madre como de padre. Mi abuelo Paco era camarero y mi abuelo José Ramón vivía en el campo, pese a lo cual logró que sus hijos estudiasen, y eso sí que marca porque yo he crecido entre pilas de periódicos, viendo como mi padre enviaba por fax las crónicas, imagínate…

¿Qué consejos le dio que no ha olvidado?
Cuando vio que tanto Cristina, mi hermana, como yo íbamos a estudiar Periodismo, lo único que nos dijo es que fuéramos honradas con la información y con nosotras mismas. Yo creo que es la mejor manera de salvarte de tus fobias y filias. Sobre todo que no protagonizásemos la información, porque a veces los periodistas nos pasamos de protagonismo y eso no es bueno, y las dos lo tenemos muy presente.

«Defiendo las redes sociales, lo que me gustaría es que los mismos usuarios evitaran insultar»

¿Cómo se lleva con las redes sociales?
Las redes son una autopista por las que descubres gente muy interesante, que de otra manera no podrías descubrir sin intermediarios. Yo las defiendo, lo que me gustaría es que los mismos usuarios evitaran insultar, que existiera la autoexigencia, para que no se pueda atacar impunemente.

Yo digo que son una especie de confesionario.
Donde cada uno dice lo que quiere, y eso está bien, siempre que haya un límite, es difícil porque sería como poner puertas al mar, por eso hablo de autoexigencia. Sólo pido que la gente se comporte como lo hacen en la calle.

En la calle hay de todo.
Por supuesto, pero no van insultando, se puede criticar pero con educación.

¿Se ha sentido agredida?
Sí, sobre todo cuando empecé con “Ya es mediodía”. Me encontré en el centro de una diana que no conocía y yo era la misma persona que cuando hacía información parlamentaria. Era un ataque gratuito sin darme la oportunidad, ni a mí ni al equipo, de asentarnos, y me dolió. Ya está superado.

¿Qué aprendió como periodista parlamentaria?
Sobre todo, que no hay verdades absolutas. Todos tienen su parte de razón, pero el discurso político tiene que salir de la trinchera, porque los diputados tienen la oportunidad de hablar con todos los representantes políticos. También el Periodismo está muy atrincherado.

La Transición salió adelante con diálogo y consenso.
Es otra de las cosas que aprendí, no se llevan tan mal como nos hacen creer. Y no están siendo responsables con su papel público. Los diputados y senadores tienen un altavoz que es la tribuna de oradores que amplifica lo que dicen trasladándolo a la calle. No se dan cuenta, aunque luego les veíamos en el patio hablando, o yéndose a tomar un café. Pero si eso no lo ven los ciudadanos, no sirve de nada.

«La política se ha deshumanizado»

Póngame un ejemplo.
Yo he visto discutir vivamente a Rafa Hernando con Pérez Rubalcaba y después se iban a arreglar lo que hubiera que arreglar. Eso ahora no existe, y es una de las razones por las que la política se ha deshumanizado. Y eso se debe, como dijo la presidenta del Congreso, porque se ha cerrado el bar del edificio. Se ha perdido el contacto personal, especialmente con la llegada de VOX. Se ha deshumanizado.

Sin embargo, las instituciones funcionan.
Menos mal que se van salvando, gracias a que tenemos una justicia independiente, el Congreso de los Diputados con todos los inconvenientes no deja de ser una Cámara de representación. Cada uno debe ser responsable de lo que hace y de ahí lo importante que es la honradez.

¿Cómo reaccionó cuando le ofrecieron presentar ‘Ya es mediodía’?
No lo dudé porque era una oportunidad inmensa, porque me acercaba a un terreno desconocido para mí, y porque está siendo un aprendizaje importante, por tratarse de un programa en directo que aborda la actualidad.

¿Le condicionan las audiencias?
Me importan y mucho porque nos debemos a la gente, aunque no siempre sepas por qué unos días te acompañan y otros no.

Tiene colaboradores muy diversos.
Me encanta cuando se enzarzan, porque tienen formas diferentes de ver la misma noticia.

Los hay que están a favor y en contra de Rocío Carrasco.
Yo tengo a Rosa Benito, que es la persona que más cerca ha estado de Rocío Jurado y posiblemente de Rocío Carrasco hasta que se rompió la relación familiar. Y la he visto romperse, llorar, viendo las imágenes de la Jurado, y cuenta detalles de esa intimidad que mantuvieron que estremeceny emocionan. Yo suscribo la denuncia del maltrato psicológico que ha sufrido Rocío Carrasco, porque es una realidad no comprendida todavía, ni por la sociedad ni por la Justicia.

¿Necesitaba insistir tanto en el episodio de su hija?
Esa es quizá la parte con la que menos me identifico.

«Echo de menos encontrar la rutina»

¿Los protagonistas de sus novelas van por libre?
En las dos últimas novelas tenía muy claro cómo empezar y cómo terminar, porque están muy documentadas. En cambio con ‘Mil besos prohibidos’, algunos personajes se rebelaban, ya que trata de una historia de amor entre un sacerdote y una mujer divorciada.

Trabaja, tiene dos hijos, escribe novelas, ¿de dónde saca tiempo para hacer todo eso?
Ahora tengo la cabeza más despejada porque cuando hacía información política iba cogiendo el ritmo cuando llegaba al Congreso. Echo de menos encontrar la rutina, porque ahora sólo puedo escribir los fines de semana, cuando no tengo a mis niños. Desde que me he separado los tengo una semana sí y otra no, y ésa aprovecho para escribir, pero es un gran sacrificio personal. Mis hijos odian que escriba porque cuando lo hago no tengo tiempo para otra cosa.

Sentimiento de culpa que nunca tienen los hombres.
Por eso cuando quienes escriben son hombres, saben que la lavadora funciona porque alguien la ha puesto en marcha, y si llega el mensajero, alguien abre la puerta, esto ha sido así, y las mujeres de los escritores lo han contado. Decía Ana María Matute que dejaba las lentejas puestas y se ponía a escribir con un letrero al lado que decía: LENTEJAS EN EL FUEGO.

Qué sería del mundo sin las mujeres.
Creo que las mujeres que tenemos ese sentimiento de culpa necesitamos que los hijos lo verbalicen. Yo todavía no he llegado a ese punto porque son pequeños, pero me consuela cuando mis amigas me dicen que llegará un momento que los hijos valorarán todo lo que hago.

¿Por qué habló de la enfermedad de su hijo?
Porque la diabetes es una gran desconocida en nuestro país. Es como si fuera una enfermedad de gente mayor, y sin embargo, se están produciendo cantidad de diagnósticos en niños.

¿Por la mala alimentación?
No hay evidencias de que sea ésa la razón, hay que dejar tiempo a la ciencia para que nos diga qué está pasando, lo que está claro es que a raíz de la enfermedad de mi hijo descubrí que la alimentación procesada no hace ningún bien a ningún niño. La única solución es cargar su cuerpo de insulina. Para mí fue un impacto tremendo.

«Es importante que cuando vayas a la compra leas las etiquetas»

Que una persona conocida visibilice la enfermedad es positivo.
Porque a veces no lo sabemos, es otra exigencia para el ciudadano pero sobre todo para la mujer. Es importante que cuando vayas a la compra leas las etiquetas. El problema es si no las entiendes, porque eso es lo que utiliza la industria alimentaria.

¿Cómo?
En las etiquetas ponen productos que no conocemos, que esconden ingredientes insanos.

Está en un momento dulce de su vida sentimental.
Me ha surgido una oportunidad y estoy disfrutándola. Yo estaba convencida de que ya no iba a conocer el amor, pero ya ves.

César Vidal es gallego como usted. ¿Eso les une más?
Me cuesta mucho hablar de esto, pero es verdad que estoy muy feliz, hemos superado ya los cien días, porque le conocí en plena pandemia, ynos quedan muchas cosas por hacer, viajar…

Son etapas.
Todo tiene su momento, pero compartir la vida con alguien a quien le interesa todo es maravilloso.

«Con César he encontrado a mi Delibes»

Es importante que entienda su trabajo.
Por supuesto, que se emocione con las cosas que me emociono yo, y que no me pida que apague la radio. Hace un año fui sola al teatro para ver a José Sacristán en ‘Señora de rojo sobre fondo gris’. Yo quería encontrar a mi Delibes, que me quisiera así. Y lo he encontrado.

¿Cómo es Sonsoles Ónega con la cara lavada?
Normal, necesito dormir ocho horas, eso sí, y dos días en semana hago deporte, menos de lo que me gustaría, pero como tengo tres perros, que son maravillosos, aprovecho que les tengo que sacar a pasear. Leo mucho… Una vida normal.

¿Le preocupa la edad?
Mucho, soy consciente del paso del tiempo, quizá porque mi entorno es de gente mayor que yo.

Está en lo mejor de la vida.
Porque he ganado en seguridad.

Entrevista realizada en elHotel H10 Puerta de Alcalá. Calle Alcalá, 66. Madrid.

Mi foto favorita

«Salíamos de celebrar un cumpleaños. Quizá los 40. ¡Y nos hicimos este selfie que me encanta!»

¿Quién es Sonsoles Ónega?

Nació el 30 de noviembre de 1977.

Hija del también periodista Fernando Ónega y Marisol Salcedo, tiene una hermana, Cristina, periodista también.

Estudios Licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo, comenzó su andadura profesional en CNN+. De ahí, pasó a Cuatro. En 2008 se incorpora a los informativos de Telecinco como cronista parlamentaria. Desde 2018 presenta el programa ‘Ya es mediodía’, en Telecinco. Colabora como tertuliana en ‘La tarde de Cope’. Ha escrito varios libros, el último: ‘Mil besos prohibidos’. Ha recibido numerosos premios: Antena de Plata; Premio de las letras de novela corta y el Fernando Lara de novela, entre otros.

Familia En 2008 se casó con el abogado Carlos Pardo Sanz, con quien tiene dos hijos, Gonzalo y Yago. En 2019 se separan. Desde hace unos meses mantiene una relación sentimental con el arquitecto César Vidal.

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