Kim Cattrall no es la única: Mr. Big tampoco aparecerá en los nuevos capítulos de ‘Sexo en Nueva York’

Ten cuidado con lo que deseas no vaya a ser que se cumpla. Eso es lo que estarán pensando ahora mismo los fans de Sexo en Nueva York, que después de años pidiendo la vuelta de su serie favorita, tienen que lidiar con los sentimientos encontrados de saber que regresa pero no exactamente como a ellos les habría gustado.

El primer disgusto se lo llevaron el mismo día que Sarah Jessica Parker confirmaba la noticia. Un subidón que rápidamente se convirtió en tristeza al descubrir que uno de los personajes más queridos de esta ficción, Samantha Jones, no iba a participar en el rodaje de los nuevos capítulos. Algo por otro lado totalmente esperado si tenemos en cuenta las duras palabras que ha dedicado Kim Cattrall en los últimos años a sus compañeras.

Lo que no imaginábamos es que ella no iba a ser la única ausente en este comeback. Además de las cuatro protagonistas, en las seis temporadas y dos películas de Sexo en Nueva York conocimos a un puñado de personajes secundarios que también ayudaron a construir esta leyenda televisiva. Por eso nos hemos llevado un gran disgusto al conocer que posiblemente el más importante de ellos, Mr. Big, el gran amor de Carrie Bradshaw, tampoco aparecerá en los nuevos episodios.

Al menos eso es lo que revela hoy Page Six, que no aclara si esta ausencia de Mr. Big es por exigencias del guion, es decir, porque está divorciado de Carrie; o porque Chris North ha decidido como Kim Cattrall pasar página y no dejarse embaucar por este viaje al pasado.

Por cierto, no es el único marido que desaparece de la serie. David Eigenberg, que interpretaba a Steve Brady, la pareja de Miranda Hobbes, tampoco formará parte del reparto de esta nueva temporada. Aunque en su caso sí que avisan que los productores quieren que lo haga y que simplemente ahora mismo están todavía negociando su contrato para hacerlo posible. Esperemos que todo llegue a buen puerto porque ya son demasiadas ausencias confirmadas. ¿Entendéis ahora por qué decíamos que era tan peligroso que se cumplieran tus deseos?

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