Los héroes que inspiran a de Longines: de Amelia Earhart, la primera piloto en cruzar el Atlántico en solitario, a Howard Hughes, el último gran magnate americano

En noviembre de 1931 la edición estadounidense de Vanity Fair publicó un perfil de una de las mujeres más populares del momento: Amelia Earhart. Titulado American Aviatrix e ilustrado con un retrato de la insigne aviadora a cargo del no menos célebre fotógrafo Edward Steichen, el texto decía que ni su matrimonio con el editor George P. Putnam “ha podido apaciguar su ardor por volar o por tomar la delantera en la empresa aeronáutica”. Por entonces Earhart, que ya había cruzado el Atlántico como copiloto, se disponía a pasar a la historia como la primera mujer en hacerlo en solitario. Una travesía en avión de 14 horas y 56 minutos entre la isla de Terranova, en Canadá, y Londonderry (Irlanda) para la que contó con la única compañía de su reloj, “fiable y siempre preciso”: un Longines.

Exactamente 89 años después y en un momento en el que historias de tesón y superación como la de Earhart se antojan especialmente necesarias, la manufactura suiza rinde homenaje a esta y otros héroes —el explorador polar Paul-Émile Victor y los aviadores Elinor Smith, conocida popularmente como la flapper voladora de Freeport, y el también magnate y cineasta Howard Hughes— con una colección de relojes absolutamente moderna, pero inevitablemente nostálgica: Longines Spirit. Cronógrafos automáticos con cuerda con espiral de silicio, un ingenio que garantiza según la casa “una precisión extrema y mayor longevidad”, cristal de zafiro antirreflejos y sumergibles hasta los 100 metros que aseguran que, aunque inspirados por cuatro héroes de otro tiempo, están hechos con la tecnología —y para las aventuras, que no son pocas— del siglo XXI.

En sus gestas, Victor, Smith, Hughes y Earhart soportaron temperaturas de 40 grados bajo cero, como fue el caso del explorador francés durante su travesía por Groenlandia en 1936. También batieron récords en las circunstancias más adversas: en uno de sus vuelos, Smith se desvaneció y empezó a caer en picado. Se recuperó en el último minuto, justo para aterrizar sincontratiempos. No hace falta llegar a estos extremos para saber que, después de este año, cuando diga que cualquier tiempo pasado fue mejor… querrá referirse solo a su Longines Spirit.

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