QUÉ HA PASADO
• Fernando sigue pensando que Adela no ha pasado página de su divorcio.
• Samuel tiene cada vez más complejos.
• Elías propone a Eusebio un negocio de drogas
Aunque aparenta estar muy feliz, la realidad es que conoce a Lupe, una rider de comida a domicilio, que lo convence de trabajar de lo mismo. Finalmente acepta, aunque no se atreve a confesarlo ante Carmen. “No quiero decepcionarla”, revela a Lucas.
Tras las decepciones referentes al tema laboral, Nicolás se decide por ensayar dinámicas de grupo para su próxima entrevista de trabajo. A pesar del desastre que esta prueba supone, acaba fingiendo que ha conseguido el empleo ante su mujer: “Es el primer día de mi nueva vida”.
Samu no está consiguiendo el resultado esperado con su primer vídeo como youtuber. Carla se siente orgullosa, pero Lucas le saca defectos y su amigo se pica retándole a un duelo en la cancha de baloncesto, que provoca un conflicto en la pareja.
Además, esta discusión acaba llevando al compañero de piso de Samuel a confesar su amor por la chica. A pesar de intentar boicotear alguna de sus quedadas, el joven decide dejar el apartamento: “No aguanto más esta situación”.
Mientras tanto, Rosa está dispuesta a contarle a Alberto que Sofía ha mentido sobre la obra de su casa para quedarse con ellos, pero la mujer se sincera sobre los motivos y acaba apiadándose de ella. Lo que sí que confiesa al cervecero es que no le gusta hacer tantos planes solidarios con él y se replantean su relación.
Por otro lado, Jorge descubre que Lorena ha utilizado el dinero que necesitaba para hacerle un regalo a un amigo en Alemania. La benjamina de los De la Cruz duda de si contarle a su novio sobre Markus, pero decide callar aconsejada por Valeria.
Sin embargo, Gloria se adelanta e insinúa al chef que fue su chica quien le prestó el dinero: “Fue alguien muy cercano a ti”. Al final, discuten cuando ella confiesa el hecho y el cocinero acaba durmiendo fuera de casa. Pasados unos días, acuerdan acudir a terapia de pareja.
Antes de hacerlo, Lorena descubre que lo que su novio le reprocha es más de lo que pensaba: “¿Y si no podemos arreglarlo?”, piensa. Aunque es alentada por Gloria para dejar de intentarlo, decide continuar para reforzar su relación animada por Adela: “Seguro que lo solucionáis”, asegura.
Al analizar la tablet de Eusebio Roca, Elías descubre que el empresario maneja una red de prostitución de lujo y que Ágata era su madame bajo el seudónimo de Amanda. También se entera de que ejerció la prostitución mientras estaba con él.
De la Cruz se encuentra entre la espada y la pared, ya que por un lado pierde el apoyo de la inspectora y, a la vez, el mafioso le dice que quiere hacer otro acuerdo con él. Lo que no sabe es que Roca conoce su pasado con Ágata y está dispuesto a luchar por su negocio.
El presunto culpable consigue volver a encontrarse con Vanesa, una chica captada por su ex, para indagar más y poder librarse de la cárcel. Ella, asustada, brinda una coartada a su jefe que la vigila de cerca. Finalmente, se da cuenta de que está controlada por su enemigo y utiliza a Lucas para concretar una nueva cita con ella y sacar más información: “Es imposible contactarla”, le dice. El futuro del mayor de los De la Cruz queda en el aire entre la libertad y la cárcel.
Más tarde, Gloria parece estar más cerca de acabar con lareputación de Jorge, pero tendrá que esforzarse en sus planes. Con este propósito, idea una estrategia para quitarle lo que más desea. “Poco me queda por hacer”, piensa. Además, intenta hacerse con un nuevo puesto en el mercado.
Adela encuentra muy borracho a Fernando, quien se rompe frente a ella. Avergonzado por su comportamiento y presionado por la dueña del Ainara Fusión, decide dimitir de su trabajo. Al enterarse, su novia intenta que recule pero él tiene claro que es el fin de su trabajo y relación: “Lo hemos intentado todo sin éxito alguno”.
Lo último que ella le pide es que vaya a un centro de rehabilitación y arregle su problema con el alcohol. Este accede solo si lo acompaña y, a cambio, mantiene su puesto como gerente del mercado: “Te prometo no volver a decepcionarte nunca más”.
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