Adiós al agua con limón, al vinagre de manzana de Miranda Kerr en ayunas por la mañana. Hasta luego al zumo de apio de Ariadne Artiles o al chupito de jengibre de Paula Echevarría. La reina única y absoluta del mundo beauty, los trucos wellness y la velas con olor a su propia vagina (solo diré una palabra: bergamota) es Gwyneth Paltrow y si ella dice que el té matcha es la solución a todos nuestros problemas, tanto por fuera como por dentro… ¿qué menos que darle una pensada?
Lo cierto es que la obsesión de la actriz por este té no es ninguna novedad: desde tiempos inmemoriales este té verde se toma en Japón en rituales zen y de meditación por dos razones: sus propiedades, mucho más amplias que las de cualquier té convencional y su ritual, todo un proceso de preparción no apto para los más patosos ni los adictos a la inmediatez.
¿Qué tiene de especial?
Solo podemos cantarle «como tú, no hay dos» al té matcha, porque no solo es mejor que el té verde de bolsita que compras en el super (en su defecto, el herbolario si eres toda una millennial), sino que además de ayudar a adelgazar y ser un potente antioxidante, echa una manita desde dentro para que la piel luzca más sana mientras nos pone de buen humor. ¿Qué más se puede pedir? Parece que la clave de la felicidad está en un botecito de polvos verdes mágicos.
El té matcha se prepara de forma diferente al resto: este fino polvo verde es el resultado de secado de las hojas del té verde y a diferencia de las infusiones que tomamos todos los días, no tiene bolsita ni se prepara con filtros. El polvo se mezcla directamente con una pequeña cantidad de agua caliente y después, se combina con más agua, leche o bebida vegetal según tus preferencias. La ceremonia es laboriosa: si eres principiante (como una servidora, el show de la primera vez está asegurado), lo mejor es que compres un kit de iniciación con un mezclador eléctrico. Si por el contrario, deseas convertir tu té matcha en todo un ritual cosmico, hazte con un combo de experto que incluya un bol de cerámica donde hacer la mezcla y un batidor de bambú chasen, de al menos 100 varillas para batir a mano el té con el agua(lo aconsejable son unos 60ml de agua caliente que no haya llegado a hervir) hasta que consigas una espuma ligera.
Pero volvamos a los beneficios, desde Matcha&Co, startup especializada en té matcha, nos hablan de algunas de sus bondades:
-Contribuye a mejorar la piel
– Ayuda a mejorar el sistema digestivo
– Aporta bienestar emocional
– Previene síntomas del envejecimiento
Y por si fuera poco, su toma asidua mejora los niveles de azúcar en sangre. Aunque estos efectos no son instantáneos, a partir de la cuarta semana comenzarás a notarlos, sobre todo si quieres perder peso y eliminar toxinas, «El consumo de té matcha combinado con una dieta equilibrada y ejercicio, ayuda a perder un 17% más de grasa. Además, también contribuye a un correcto mantenimiento del peso», afirman desde la firma.
Pero la magia del té matcha no se queda aquí: tiene más poder antioxidante que un té verde, contiene zinc, cromo, magnesio, selenio y catequinas que potencian el sistema inmune y polifenoles EGCG, que aceleran el metabolismo y ayudan en el proceso de desintoxicación. Si después de todo esto no te hemos convencido para poner un té matcha en tu vida, espera: es también el perfecto sustituto del café por muchas razones.
Si crees que tu adicción al café para llevar necesita un parón, esta es la solución perfecta. Aunque el té matcha tenga el triple de cafeína que un té verde normal, su alto contenido en L-teanina crea una sensación de calma que se aleja mucho del subión que te puede proporcionar el café o el té verde, pero sin dejar de lado la sensación de estar despierto y activo. Es más, tendrás lo mejor de los dos mundos: la cafeína del té mattcha tarda más en liberarse por lo que el efecto será más prolongado, pero no tendrás el indeseado efecto secundario de la excitación de un café bien cargado.
Y aún hay más («tell me more, tell me more» he oído desde mi salón reconvertido salón en oficina): es un aliado indispensable para cuidar la piel, sobre todo si sufres de acné o afecciones como la rosácea debido a sus beneficios antioxidativos. Si lo tomas cada mañana, matarás dos pájaros de un tio: desayuno delicioso y beneficios, pero si su sabor no te termina de convencer… también lo puedes tomar en cápsulas o beneficiarte de sus propiedades con una mascarilla de té matcha, yogur y una cucharadita de miel. La decisión es solo tuya.
Si no te convence en su versión más tradicional también puedes incorporarlo a tus recetas o postres. Tartas, cupcakes… la cosa es incorporarlo en tu rutina y una vez que lo hagas, no podrás vivir sin él (igual que pasó con ese vestido de las rebajas que encontraste por sospresa). Palabrita de Gwyneth Paltrow.
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