La recta final de ‘Supervivientes’ arranca en suelo español. El 26 de mayo, al mediodía, en un avión fletado especialmente para ellos procedente de Honduras, los cinco concursantes que se mantienen en el reality; la presentadora, Lara Álvarez, y el resto del equipo español del concurso de supervivencia ha aterrizado en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. Sobre las 13 horas, la expedición ha atravesado el hall de Llegadas de la terminal 4 para montarse en los minibuses que les llevarían a su destino.
Cargados con sus maletas, Lara Álvarez, Jorge Pérez, Albert Barranco, Hugo Sierra, Ana María Aldón y Rocío Flores iban perfectamente protegidos. Llevaban mascarillas y guantes, algunos de ellos como la mujer de Ortega Cano y la nieta de Rocío Jurado también gorras y gafas de sol. Los concursantes llevaban auriculares que les impedían escuchar lo que les decían los medios allí congregados aunque sí podían oír los gritos de ánimo como hemos podido comprobar cuando Hugo o Rocío han saludado a los allí presentes.
Ana María y Rocío no se han separado aunque la esposa de Ortega Cano se ha derrumbado ante la presencia de tanta gente. La diseñadora, que cargaba con dos grandes maletas, se ha puesto a llorar y la han tenido que ayudar a llegar al autobús.
Es lógico que, tras tres meses de ausencia y ante la pandemia de coronavirus que asola España, Ana María haya reaccionado de esta manera.
Rocío Flores llevaba unas enormes y originales gafas con cristales rosas y detalles de pedrería.
Al parecer, los cinco últimos concursantes del reality convivirán aislados en estos últimos días de concurso hasta que se cumplan los 14 días de cuarentena que estipula el Gobierno a las personas que llegan desde el extranjero y luego se celebrará la gran final. El 28 de mayo, Jorge o Barranco será el nuevo expulsado. Llamaba la atención el look de Hugo, completamente de blanco de pies a cabeza.
Elena fue una de las primeras en salir del aeropuerto, con semblante pensativo.
Los concursantes llegaban abogiados y desorientados. La presentadora Lara Álvarez no se separó de su guitarra, que siempre la acompaña a Honduras.
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