No son tiempos fáciles en la familia Pantoja. El lío que tienen montado en Cantora a cuenta de la herencia de Paquirri y las contundentes declaraciones de Kiko Rivera sobre su madre y cómo ha vivido engañado todos estos años por ella. Pero no solo eso, porque este jueves por la mañana fallecía el padre de Irene Rosales. Nueve meses después de enterrar a su madre. En aquella ocasión, una de las primeras en aparecer por el tanatorio fue Isabel Pantoja. Todo esto han cambiado las cosas desde entonces…

Lo que no ha cambiado es el apoyo que Irene y Kiko se profesan. Desde el primer día. Desde los comienzos de su relación, a principios de 2014. Hasta el punto de que ella le ha perdonado numerosas infidelidades. Y que fue capaz de hacerle ver que tenía un grave problema de adicciones y estuvo a su lado durante todo ese proceso de recuperación (que él es consciente de que aún persiste).

Irene vivió esos duros capítulos de los Pantoja, con Isabel entrando en la cárcel, y los meses complicados con ella en prisión. Nunca ha hablado de ello. Y ofertas, no nos cabe duda, habrá tenido. Pero ella no es como la mayoría de mujeres que ha tenido a su lado Kiko desde que su fama empezó a deslumbrarlo todo.

No eran muchos quienes confiaban en que la relación fuese duradera. Pero lo es. Dos años más tarde, se daban el ‘sí, quiero’. Juntos,tienen dos hijas que han hecho aún más fuerte la unión que quedó de manifiesto durante su participación como pareja en ‘GH Dúo’. Son una familia, y ellos se han agarrado a ese «en las alegrías y en las penas» que se juraron el día del enlace.

Hoy, atraviesan un momento complicado. Irene ha dado la cara por Kiko en televisión, sin traicionar su confianza, durante este huracán. Tanto, que el pasado domingo terminó rompiéndose en lágrimas. Ahí estaba él, al otro lado del hilo telefónico, para agradecerle el esfuerzo y el chaparrón que estaba aguantando sin comprometer su intimidad. Para defenderla tal y como se merece.

Kiko le devuelve hoy ese apoyo que le lleva brindando en estos meses, desde que el pasado 2 de agosto sus ojos vieran todos esos objetos de su padre, Paquirri, que Isabel Pantoja negaba tener en su poder. Estando a su lado en otro día negro de este 2020: el de la despedida de su padre tras casi dos décadas de lucha contra un tumor cerebral que le ha impedido ser independiente al 100% todo este tiempo.

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