A Lana del Rey le gusta la polémica. En mayo, un post en Instagram la metió en líos: algunos críticos habían criticado sus letras, siempre entre lo nihilista y lo naíf, por “glamurizar el abuso”, y a Lana no se le ocurrió otra cosa que comparar sus temas con los de Cardi B., Nicki Minaj, Beyoncé o Camilla Cabello, criticando lo sexual de sus letras y remarcando lo ‘romántico’ de las suyas, y haciendo que un segundo aluvión de críticas cayera sobre ella por arremeter contra otras artistas y, de paso, por soltar perlas como: “Yo no soy feminista, pero tendrá que haber un lugar en el feminismo para mujeres como yo”. Y ahora, cuando debería estar disfrutando del éxito de su nuevo disco, Norman Fucking Rockwell, y de su primer libro de poemas, Violet Bent Backwards Over The Grass, vuelve a recibir críticas por todas partes, y con razón: ha acudido a una lectura de sus poemas ataviada con una mascarilla de redecilla, muy trendy, pero escasamente protectora en estos tiempos de coronavirus.
¿Cómo de grave es que una celebrity como Lana del Rey vaya a un acto público con una mascarilla que resulta inservible? La cantante se reunió con sus fans en una librería de Los Ángeles, para leerles algunos de los poemas de su primer libro, Violet Bent Backwards Over The Grass . Y, para sorpresa de todos, apareció con una mascarilla glamurosa, brillante y dorada a más no poder… pero que ofrecía muy poca protección sanitaria, ya que estaba tejida con grandes agujeros, a imitación del tejido de ganchillo.
La mascarilla era muy parecida a la que había lucido Del Rey en su sesión de fotos para la portada de la revista Interview, donde evidentemente desempeñaba un papel estético (e irónico). Y se convirtió en trending topic casi al instante: ‘Lana, por favor, lleva una mascarilla de verdad. Te suplico que cuides tu seguridad’; ‘Adoro a Lana, pero esto es muy irresponsable’. ‘Chica, que estamos en medio de una pandemia’, comentaban los fans en la cuenta de Instagram de la artista. De nada sirvió que añadiera un vídeo de sí misma recitando sus poemas, esta vez con una mascarilla apropiada (con un estampado de camuflaje). El daño estaba hecho..
Las críticas y condenas a la actitud descuidada de la artista incendiaron las redes sociales durante horas, algo que a estas alturas no sabemos si es positivo o negativo (¿que hablen de una aunque sea bien?). Caroline Grant, hermana de Lana, que participó en el evento, la ha defendido diciendo que la cantante estaba a más de dos metros de los demás asistentes y que había dado negativo en la prueba de Covid-19 que se había realizado antes de la presentación. ¿Es suficiente, o la metemos en la categoría de celebrities negacionistas de la mascarilla, junto con Donald Trump o Miguel Bosé?
Fuente: Leer Artículo Completo