Doña Letizia se ha desplazado hasta Sevilla para inaugurar el Congreso Internacional de Tecnologías del Turismo (TIS). Un acto de gran relevancia para la ciudad andaluza en el que estaba previsto que también acudiese Don Felipe, pero que finalmente, tras su reciente contacto con una persona positivo en Covid-19, ha presidido en solitario.
Para la cita, la Reina ha continuado con su estrategia de no estrenar prendas, una fórmula recurrente desde comienzos de 2020, y ha recuperado del armario uno de los vestidos más aclamados por el público, quizás el más viral del pasado año.
Se trata de un diseño de corte midi y manga larga, con (falso) estampado de lunares en blanco y negro, delicadas mangas abullonadas, puños abotonadas y favorecedor cuello perkins que pertenece a la firma sevillana Cherubina. El tejido y la forma que lo componen logran potenciar más si cabe la espectacular figura de la Reina de España.
El resto del acertado estilismo lo formaban un abrigo en tono negro de Carolina Herrera, bolso estilo bandolera firmado por Furla, también en su vestidor desde hace varias temporadas, y clásicos stilettos en color negro de Manolo Blahnik, sus grandes aliados para las citas especiales.
A diferencia del día que lo estrenó, fue en junio de 2019 para el nombramiento del Rey Felipe VI como caballero de la Orden de la Jarretera que tuvo lugar en Windsor – fecha en la que por primera vez pudimos verle junto a otra de las royals europeas más aclamadas, Kate Middleton-, Doña Letizia ha añadido un sencillo cinturón en color negro a la pieza y ha prescindido del tocado de rejilla, también de la firma sevillana, que llevó en aquella ocasión.
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