Kim Kardashian y el vestido más icónico de Marilyn Monroe

La alfombra roja de la gala MET es el lugar propicio para jugar con la moda y mostrar la parte más lúdica de esta. La edición de 2022, con su homenaje a los dos últimos siglos de la moda americana, era el momento perfecto para ello. Fueron muchas las que tiraron de archivo para ser otras por una noche. Si Kylie Jenner se convirtió en la Julia Roberts de Novia a la fuga, o Emma Corrin rindió homenaje al excéntrico Evander Berry Wall, fue Kim Kardashian la que nos dejó con la boca abierta al recuperar el mismo vestido que lució Marilyn Monroe cuando le cantó Happy Birthday Mr. President a John Kennedy en 1962.

Es, sin duda, uno de los capítulos inolvidables del amor clandestino entre el icono sexual y cinematográfico de la época, Marilyn Monroe, y el presidente más famoso de los Estados Unidos, John Kennedy. Todo ocurrió el 19 de mayo de 1962, solo unos días antes de Kennedy cumpliera 45 años. Con motivo de esa fecha, se organizó una gala en el Madison Square Garden que servía para recaudar fondos para el Partido Demócrata.

Pero a pesar de que allí estaban Ella Fitzgerald, Maria Callas o Frank Sinatra, la más esperada de la noche era Marilyn Monroe. Tras varias presentaciones en falso y bromeando sobre su impuntualidad, por fin apareció Marilyn con un naked dress marca de la casa. Un vestido diseñado por Jean Louis, del color de la piel de la actriz y con cientos de pequeños brillantes bordados.

Bajo los acordes del gran jazzista Hank Jones, Monroe comenzó a cantar el Happy Birthday más sensual, y convirtió esa actuación en un momento histórico, al igual que aquel vestido. Si la gente esperaba con ansia la aparición de Marilyn aquel 19 de mayo de 1962, la llegada de Kim Kardashian y Pete Davidson anoche a la gala MET también era de las más anheladas.

Y Kim cumplió con todas las expectativas enfundándose ese histórico vestido para el que tuvo que adelgazar 7 kilos, tal y como contó en la gala. También tiñó su pelo de rubio platino para parecerse aún más a la Ambición Rubia, y fue una de las grandes protagonistas de la noche recuperando el naked dress más famoso de la década de los 60, una tendencia que ella ha hecho suya durante los últimos años y por la que ya es parte de la historia de la moda.

Un vestido que no solo es un icono por el momento en el que Marilyn lo lució. También ostenta el récord de ser el vestido más caro vendido en una subasta, por casi 4,8 millones de dólares (4,57 millones de euros). Una verdadera pieza de museo que Kim solo lució mientras desfilaba por la alfombra roja, y que después cambió por una réplica para mantener en perfecto estado uno de los vestidos con más historia de la moda americana, tal y como requería el dress code de la gala. Kim lo cumplió a rajatabla haciendo aún más grande la leyenda de este diseño.




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