Kate Middleton fue ayer una de las grandes ausentes en el homenaje a Lady Di que tuvo lugar en el Palacio de Kensington y que celebró el que hubiera sido el 60 cumpleaños de Diana descubriendo una estatua en su honor. Si la duquesa de Cambridge cedió todo el protagonismo a los príncipes William y Harry, hoy se lo ha llevado ella con su aparición sorpresa en Wimbledon.

Kate, fan declarada del tenis y patrona de la Lawn Tennis Association, no ha querido perderse el torneo británico de tenis más importante y ha acudido con un look que se puede interpretar como su particular homenaje (en términos estilísticos) a la que hubiera sido su suegra.

La duquesa ha lucido una falda plisada de largo midi en azul navy con lunares blancos que ha combinado con una camiseta básica blanca y un blazer azul marino. Kate ha apostado por los complementos en color blanco, luciendo unos salones de tacón y un bolso de mano.

Un look que irremediablemente nos ha recordado a Diana de Gales, que sentía verdadera devoción por el print de lunares y que estaba muy presente en su armario. El estilismo escogido por la duquesa de Cambridge guarda gran parecido con el que lució Lady Di durante una visita a la residencia de ancianos Burges House en Cardiff, el 30 de junio de 1993.

En aquella ocasión Diana combinó el estampado de lunares con americana blanca, pero bien es cierto que el blazer azul marino era una de las opciones más recurrentes del armario de la princesa de Gales. De hecho, fue la opción que escogió para acudir a Wimbledon en julio de 1991.

Esta no es la primera vez que Kate Middleton rinde homenaje a Diana luciendo su estampado favorito. Para una ocasión especialmente importante, la foto que conmemoraba el 70 cumpleaños de Carlos de Inglaterra, Kate escogió un vestido azul de lunares blancos de Alessandra Reich que era prácticamente igual a uno que había lucido Diana durante la infancia de William y Harry.

Diana de Gales siempre demostró su gusto por los lunares, los llevó en prácticamente todos los colores, del azul al rojo pasando por el rosa, el blanco, el verde y el negro. Fue, sin duda, uno de sus estampados favoritos y sus looks de hace décadas son la confirmación de que el print de lunares nunca pasa de moda.

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