El 29 de septiembre de 1999, la vida cambiaba para la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Para bien, que, con los años agitados que han vivido por esa implicación en el Caso Nóos por la que él cumple condena, en su caso siempre hay que ser un poco más concretos… Ese día, venía al mundo su primogénito: Juan Valentín Urdangarin y de Borbón.
Así que, si ya habéis echado cuentas, este martes el joven celebra 21 años. Y lo cierto es que, si en el caso de sus primos la exposición mediática, de una manera u otra y en mayor o menor grado, ha sido una constante, en el de Juan y sus hermanos, no. Más discretos. Menos fotografiados. Con menos detalles publicados en la prensa. Aunque algo se sabe de ellos…
Como vemos, Juan es un chico familiar y responsable, que trata de labrarse un futuro. Pero, además, tiene un fuerte compromiso solidario. Lo materializa a través de las tareas de voluntariado que realiza de la mano e la ONG Sauce (fundada en 1985 por el jesuita Enrique Figaredo, aún a la cabeza de la mima). Con la misma ha llegado a ejercer de cooperante en Vietnam, acercándose a unos problemas muy distintos a los que ha tenido que vivir en casa. Fue en 2018 cuando emprendió ese viaje. Ahora, asentado en la capital, colabora con Entreculturas, una asociación que defiende el acceso a la educación como medio de cambio social, justicia y diálogo entre culturas.
No olvidemos que su padre ingresó en prisión cuando él tenía 18 años, una edad en la que uno ya es consciente de la gravedad del asunto y que podría haberle pasado factura en sus relaciones sociales. Siempre fue el más consciente de todo lo que estaba pasando en casa de los cuatro hermanos. Pero ha sabido mantenerse al margen y trazar un camino en la vida. Ir dando pasos por un camino que, parece irá encaminado a ser en el futuro un hombre de negocios.
Deportista, melómano y dicen desde su entorno que buen estudiante. Así es Juan Valentín, que hoy celebra un cumpleaños más feliz que el anterior. Más cerca de ver a su padre en libertad, a quien visita siempre que le es posible en esa cárcel abulense de Brieva.
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