María Pombo ingresaba en la mañana de ayer para dar a luz y se convertía en carne de titular. Desde ese momento, toda la prensa esperaba ansiosa a que la ‘influencer’ anunciara que Martín, su niño, estaba en el mundo. Porque, siendo una de las figuras más relevantes de nuestro país en el universo de Instagram, ¿alguien tenía duda de que iba a usar ese medio para mostrar la primera imagen del bebé? Nosotras, desde luego, no.

Y así era. Poco antes de que expirara ese domingo, 27 de diciembre (una fecha que en esa casa ya nunca olvidarán), María colgaba una foto. Una en la que se veía, sin pixelar y sin tratar de hacer juegos y malabares para ocultar el rostro, a ese pequeño que viene a poner el broche a un 2020 que, para ella y Pablo Castellano, su marido, no ha estado exente de sinsabores.

«Indescriptible«, se podía leer sobre esa instantánea en blanco y negro en la que el recién nacido duerme plácidamente, dando una sensación de paz enorme a quien la mira. «El amor de mi vida ha llegado hoy a las 18.00. GRACIAS de todo corazón a todos por vuestros mensajes», termina María, muy emocionada ante esta nueva experiencia.

Para la pareja, esta es la mejor manera de despedir un 2020 en el que han pasado por ese diagnóstico de esclerosis múltiple de María o la muerte del abuelo de esta a muy pocos días del nacimiento de este niño al que se ha quedado con las ganas d conocer. Pero, ¿quién duda que el pequeño borrará todo lo negativo de su cabeza cada vez que le mire a los ojos?

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