Kate Middleton no era una adolescente morena sino más bien de pelo castaño oscuro. Y así siguió hasta que se convirtió en miembro de la familia real británica. En su boda con el príncipe Guillermo, de hecho, lució una preciosa melena castaña bastante oscura. Es mirando esas fotos cuando se aprecia realmente el cambio de look de la duquesa de Cambridge. Este año ha aclarado dos veces su cabello. La primera vez que lo apreciamos fue en sus primeras salidas tras el confinamiento con una melena color miel con reflejos avellana y dorados.
Ahora, cuando Reino Unido vive otro confinamiento, ha sido la segunda. El color no es radical. Es decir, que no se ha teñido el pelo de rubio, sino que ha añadido unos reflejos que, sin embargo, son cada vez más claros y abundantes que logran iluminar y suavizar las facciones del rostro además de dar un aspecto más joven a la duquesa de 38 años.
En el vídeo grabado hace unos días para agradecer la buena acogida que ha tenido su iniciativa de fotos, Hold Still, sobre cómo los británicos han vivido la pandemia, la duquesa luce una melena sustancialmente más clara que solo unos días atrás.
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Puede que la luz tenga algo que ver en ese efecto de melena rubia -se le llama bronde por estar entre el brunette, castaño, y el blonde, rubio- pero no cabe duda de que Kate Middleton, que en otros tiempos optó por un tono rojizo para su cabello, ha decidido aclarar su pelo poco a poco. No le frena en su decisión que se acerque el invierno y eso se suela relacionar con un pelo más oscuro. Este año, también cuando se aproxima el frío, el rubio se impone como el color definitivo -puede que la pandemia se también la causa de esta tendencia capilar-. Un pelo que, por otra parte, Kate luce más largo de lo habitual y también con algo menos de ese volumen logrado a base de ondas que concede ese característico aspecto esponjoso a la bella y muy cuidada melena de la duquesa.
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