Charlène de Mónaco y el príncipe Alberto están disfrutando de unas navidades muy diferentes a las pasadas y mucho más felices. Tras un año en el que la princesa ha demostrado estar totalmente recuperada de la enfermedad que la mantuvo en Sudáfrica durante seis meses, los monarcas pasan estas fiestas junto a sus hijos y solo las han interrumpido para asistir al funeral del arzobispo Bernard Barsi, amigo íntimo de los Grimaldi y quien les casó.

Una cita en la que Charlène ha seguido el protocolo, vestida de luto riguroso, y en la que ha llamado la atención su mantilla de encaje negro. La princesa ha combinado un pantalón negro ancho con un jersey de cuello cisne y unos salones negros de Dior. Para protegerse del frío ha elegido un abrigo de paño clásico a la altura de la rodilla de su firma de cabecera, Akris.

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El único complemento que Charlène ha utilizado es la mantilla de encaje negro, una tradición muy arraigada entre las mujeres de la familia Grimaldi en los funerales que ella ha adoptado desde que llegara a la familia real monegasca. A diferencia de otras royals, que a menudo optan por otro tipo de tocados, y tal y como hacía Grace Kelly, Carolina y Estefanía siempre eligen una mantilla de encaje que llevan sobre sus cabezas sin ningún otro accesorio.

En la memoria quedan las dolorosas imágenes de las hermanas en los funerales de Grace Kelly y de Stefano Casiraghi, el gran amor de Carolina y padre de sus tres hijos mayores. Pero no todas las casas reales apuestan por el mismo código estético. Si en Mónaco son fieles a la mantilla, en Reino Unido el tocado o sombrero con velo de rejilla es el más repetido.

Así se pudo comprobar en el funeral de Isabel II hace solo unos meses. Entonces, Kate Middleton y Meghan Markle protagonizaron una coincidencia de estilo: ambas eligieron dos tocados con velo de redecilla. Y en ambos casos era inevitable recordar el look que escogió Lady Di en 1982 para acudir al funeral de Grace Kelly en Mónaco. En aquella ocasión, Diana lució un sombrero de ala corta con velo de rejilla que muchos años después ha servido de inspiración a las que hubieran sido sus nueras.

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