QUÉ HA PASADO

• Reyyan recibe del doctor las pertenencias de su padre.

• Yaren se acerca a Firat.

Mientras Hazar agoniza en el hospital, Handan replantea a su hijo Azat que se case con Elif. Al escuchar la conversación y darse cuenta de que su hermano está en contra, Yaren propone a su madre otra estrategia: “Hablaré con la señora Sultán, así podrás seguir con tu plan”. En el palacio Aslanbey, Miran se muestra dispuesto a descubrir la verdad. “Decidme qué hacíais anoche cuando Sadoglu se precipitó por las escaleras”, interroga a su familia,

que está desayunando. Molesta, Sultán miente: “Yo estaba con mi hija en su habitación”. Aunque la joven corrobora la versión, más tarde reprende a su madre cuando se quedan a solas: “¿Por qué has dicho eso? ¿Tuviste acaso algo que ver en el accidente? Realmente tú y yo somos las que tenemos motivos y yo no hice nada”.

Gül se entera de que su padre está muy grave

En un lugar discreto Yaren propone a la nuera de Azize el matrimonio entre su sobrina y Azat. “No sé qué gano yo con eso. Tengo que pensarlo”, responde ella altiva. “Si mi tío muere y mi hermano no se ha casado con Elif, no tendrá ningún motivo para no ir a por vosotros”, le explica. Lejos de allí, Reyyan, Miran y Gül salen a tomar un helado. Aprovechando que la niña está distraída, Aslanbey devuelve a su esposa el anillo de casada que le arrebató su madre y le ruega que lo lleve siempre. “Mi padre está muriéndose”, responde ella sin imaginar que su hermana la escucha. “No puedo ponerlo en el dedo de momento, lo llevaré en el pecho hasta que entiendas la verdad y dejes de ansiar venganza”, promete ella.

Sin avisarles, Gül corre desconsolada hacia el hospital para ver a su padre. “¿Qué haces aquí?”, preguntan todos. Zehra comprende enseguida lo sucedido al ver a Reyyan llegar con su marido y en el cuello de nuevo el anillo Aslanbey: “Ya no eres mi hija. Has elegido. ¡Vete!”.

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