Víctor Janeiro recibe la visita de Carmen Bazán en ‘Pesadilla en el paraíso’

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    Carmen Bazán ha reaparecido en televisión. Después de casi una década alejada de la televisión tras haber estado en el foco mediático mucho tiempo, la matriarca de Ambiciones ha vuelto a ponerse delante de las cámaras por un motivo muy especial: visitar a su hijo Víctor Janeiro que se encuentra concursando en la granja de Pesadilla en el paraíso desde los últimos días de agosto. Un reencuentro que ha sido muy esperado por los espectadores puesto que la última vez que la veíamos era en 2013 cuando fue protagonista de ‘El reto más gordo’ de ‘Sálvame’ y concursante de ‘Campamento de verano’, aunque sí la veíamos en el bautizo de su nieta o para conocer a su último nieto.

    Ahora ha sido el apoyo de su hijo en el concurso en el que él está participando. Muy emocionado, Víctor Janeiro se ha sorprendido al ver a su madre en El Consejo rompiendo a llorar arrodillándose ante ella. «No me llores, por favor. Vengo a darte ánimos», decía Bazán a su hijo revelando que no llegaba con las manos vacías sino que traía comida para todos los concursantes.

    La matriarca del clan Janeiro ha defendido a su hijo dándole fuerzas y recordándole lo bien que está su familia durante estas semanas: «Tienes unos niños que son un encanto, una mujer que vale un diez. Todos estamos contigo». Y es que Carmen ha dado ánimos a su hijo señalando que está contenta con su actuación a pesar de que le estén lloviendo las críticas por ello: «No tiene que estar a favor de unos ni de otros. Estar aquí es muy duro».

    Además, Carmen Bazán confesaba defendía que «él siempre es así, trabajador. Su padre le enseñó a trabajar mucho, es tal como es». Una frase que el propio Víctor Janeiro días antes se confesaba con Marco Ferri mientras ambos hacían la prueba semanal en la que debían dar vueltas a un molino: «Estamos acostumbrados a trabajar, siempre me lo han inculcado».

    «Me obligaron a trabajar desde muy pequeño» añadía, confesando que ni siquiera después de la muerte de su padre la situación cambió: «Jesús ha conseguido lo que ha conseguido pero es suyo. A mi no me han regalado nunca nada, ni me han dado una casa ni nada. Yo cuando tengo dinero, lo gasto y lo gasto porque es mío».

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