Esta semana en Servir y proteger, Isidro en prisión sigue intentando que Noemí cambie de parecer respecto a Lorenzo. Trata de advertirle que su hermano no es alguien de fía, al mismo tiempo que intentó recuperar a su hijo. Sin embargo, Saúl tiene claro de qué lado está y no quiere saber nada de su padre, luego de saber que él es quien mató a Boi.

Por otro lado, sus compañeros policía están, cada vez, más preocupados por la actitud de Yolanda. La chica, que no siente bien, toma una drástica decisión sobre su futuro, que termina comunicándole a Miralles. Mientras tanto, Isidro, desde prisión, planea junto con Julia cómo acabar con Lorenzo de una vez.

El robo de las botellas da un giro inesperado y se convierte en algo personal, pues el ladrón de vinos resulta ser alguien que la policía no esperaba. Tras conocer quien es la persona que se llevó el preciado líquido, trata de dar con él, pero de primeras les es imposible. Mientras, Noemí trata de buscar un nuevo abogado para Isidro, pero este no reacciona como su mujer esperaba. Solo confía en Julia y quiere que ella siga llevando su defensa.

La madre de Iris aparece en el barrio

Isma tiene problemas en el trabajo por su relación con Iris. Esta última cree que lo mejor es que ambos dejen de trabajar juntos y trata de comentárselo, cuando su “romance” vuelve a dar un giro inesperado y comienza a avanzar. Mientras tanto, Lorenzo propone a Saúl que conduzca la furgoneta con el caviar robado, a cambio de un buen fajo de billetes. Fabián comienza a desconfiar de los lujos de su novio, ¿de dónde saca tanto dinero?

Por otro lado, Lidia intenta ayudar a Yolanda, pero ella no reacciona de la mejor forma y se enfrenta a su amiga. Mientras tanto, Néstor y María tienen un pequeño malentendido a costa de su aniversario ¿Está en peligro la pareja más querida de Distrito Sur? Además, la relación de Isma e Iris se ve puesta a prueba con la aparición de Margarita, la madre de Iris, que necesita quedarse un tiempo con ella.

Al día siguiente, una importante exposición sobre Japón se inaugura en Distrito Sur y la policía trabaja en la seguridad. No obstante, las cosas no termina de salir bien y se produce un nuevo e importante robo. La inspectora Aiko Yagami, de la Interpol,llega para investigar la desaparición de la espada japonesa.

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