QUÉ HA PASADO

• Lola finge salir con Apolo.

• Soledad desaparece cuando pasea en barco con Rodrigo.

A pesar de la confirmaciónde las autoridades, Rodrigo no admite la muerte de Soledad y comienza a investigar por su cuenta. “Fui drogado y ese cadáver no es el de Soledad. Mis jefes me apartaron, pero no voy a descansar hasta dar con ella”, se lamenta con Lola y Andrés. Y añade: “Las personas que la retienen quieren que creamos que está muerta y así haremos. Debemos continuar con nuestras vidas”. Por eso, Volcán organiza el sepelio de su madre.

Tras salir del hospital, Débora pide a Andrés que ayude a Ramón, pero él se niega. “No lo quiero en mi casa”, dice al saber que su suegro ha perdido todo su dinero en el casino. Marcelo convence a Verónica de que conquiste a Daniel y lo mantenga lejos de la empresa para poder continuar con sus turbios asuntos.

Cuando está a punto de cerrar un trato con Tiberio, se percata de que le oculta algo. “¿Para qué me pides ese contenedor? ¿Qué vas llevar en él?”, le pregunta sin obtener respuesta.

Adela se plantea prostituirse

Bobby Mercado propone a Adela que ejerza la prostitución: “Puedes ganar mucho dinero y encima disfrutando”. Marcelo y Ramón descubren que la misteriosa mercancía de Tiberio es Soledad. “Quiero que esa mujer llegue hasta mis manos sana y salva”, advierte este a sus socios. Apolo comienza a perder contratos tras las declaraciones de Jennifer acerca de su homosexualidad y convence a Lola de que se casen cuanto antes. “Si lo haces me perderás para siempre y mi amor se transformará en odio”, advierte Andrés a su amada.

Marcelo va a la bodega donde está retenida Soledad y le ofrece su ayuda a cambio de saber qué relación le une a Tiberio: “¿Por qué eres tan importante para él?”. Desconoce que Verónica, a la que ha despedido de la empresa por incitar a Daniel a consumir drogas, lo ha seguido hasta allí. Llega el día de la boda de Lola y Apolo y Andrés se presenta en el juzgado. “No lo hagas, vas a arrepentirte”, suplica a su amada, pero es en vano. Entre tanto, Agapito comienza a decorar la casa del matrimonio para descontento de Etelvina.

Por casualidad, la señora encuentra en unas cajas un documento que informa de que Apolo está a punto de ir a prisión por evadir impuestos. Verónica le cuenta a Débora que Marcelo está metido en negocios sucios y que unos hombres tienen secuestrada a Soledad. Noriega decide pedir explicaciones a Ramón y este se pone muy nervioso. “Olvídate de este asunto o puedes correr peligro”, le advierte.

Para ese entonces, Rodrigo, que se ha reincorporado a su puesto en la comisaría gracias al apoyo de uno de sus superiores, avanza en su investigación y descubre que uno de los contenedores en los que fue trasladada Soledad pertenece a la empresa Santacruz. En su primera noche de casados, Apolo exige a Lola que cumpla con sus obligaciones: “No soy gay y buscaré lo que no me das fuera de casa”.

Débora está dispuesta a llegar hasta el final y convence a Verónica para que la lleve a la bodega donde está Soledad. Una vez allí, los hombres que están vigilando las descubren y mientras que la primera logra escapar, la segunda es atrapada. “Quiero que acaben con ella”, ordena Marcelo al saber lo ocurrido. Débora, escondida detrás de un cristal, presencia el momento en el que su amiga recibe un tiro.

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