QUÉ HA PASADO
• Öykü anima a Ugur a no rendirse con Sevgi.
• Demir vigila a Ahmet.
Mientras descarga la mercancía ilegal, Ahmet recibe un aviso de Arif de que la policía está un camino y debe salir de allí. Cemal, Demir y Ugur lo persiguen y el delincuente clama venganza. “Ve a por algún ser querido de Demir”, indica a uno de sus hombres. Acto seguido, telefonea a su rival: “Déjame y mejor cuida a los tuyos. Podría pasarles algo si no te das prisa”. De inmediato, Gokturk pide a sus amigos que den la vuelta y vayan a casa.
Una vez allí, se encuentran todo revuelto y ni rastro de Candan, Sevgi y Öykü. Para ese entonces, las tres permanecen encerradas en una pequeña habitación. La profesora acaba sufriendo un ataque de ansiedad y Öykü, tratando de calmarla, le dice que lo más seguro es que Demir y Ugur ya estén investigando: “Incluso habrán llamado a la policía y tu padre estará en camino. Vamos a salir de aquí”.
Cemal, el mejor consejero para Gokturk
Al ver que pasan las horas y no hay noticias de Candan, Sevgi y Öykü, Demir se inquieta y quiere salir a buscarlas, pero Cemal lo detiene. “Debemos esperar a que nos llamen, es obvio que nos van a pedir algo a cambio. Sé que no van a hacerles daño hasta que consigan lo que quieren”, afirma.
A la mañana siguiente, Resat, el jefe de Ahmet, llega a la casa donde están retenidas las mujeres. Öykü, lejos de asustarse, le planta cara asegurando que su padre vendrá a buscarlas y acabará con él. “Tiene una deuda conmigo y ha llegado la hora de que pague”, responde el delincuente.
Poco después, se pone en contacto con el propio Demir y este lo amenaza de muerte. “Cálmate o tendré que colgar. Cometiste un grave error y tendrás que cubrir los daños que ocasionaste anoche. Me hiciste perder mucho dinero así que tendrás que pagarme hasta la última lira si quieres volver a ver a tu hija y a las otras dos mujeres. Las liberaré cuando pagues. Volveré a llamar mañana y te diré dónde nos veremos”, le anuncia Resat.
Además, le prohíbe avisar a la policía. Gokturk, que está acompañado por Cemal y Ugur, hace un gran esfuerzo por controlar sus nervios y dice que conseguirá el dinero, pero con la condición de hablar con su hija. “Estoy bien, tranquilo. No me han hecho nada”, declara Öykü.
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