Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, el arqueólogo autodidacta Basil Brown (Ralph Fiennes, The King’s Man: La primera misión), es contratado por una viuda británica llamada Edith Pretty (Carey Mulligan, Una joven prometedora) para excavar sus tierras. De esta manera, durante su trabajo desenterrando, descubre algo asombroso.
Esta es la sinopsis oficial de La excavación, también conocida por The Dig, la película de Netflix protagonizada por Carey Mulligan y Ralph Fiennes, basada en la novela de 2007 del mismo nombre de John Preston, que reinventa los eventos de la excavación de Sutton Hoo en 1939.
La historia real de ‘La excavación’
Entre 1938 y 1939 se llevó a cabo uno de los mayores descubrimientos de la historia en Sutton Hoo, situado en Suffolk, Reino Unido. Allí se encontraron restos de un barco funerario anglosajón del Siglo VII, además de varios objetos que en la actualidad se mantienen como piezas de museos. Edith Pretty venía de perder a su esposo, Frank, y solicitó realizar una investigación arqueológica en el terreno de su hogar.
Hasta el día de hoy se desconoce a quién le pertenecía la tumba de Sutton Hoo, ya que en la cámara donde encontraron las monedas de oro, adornos, un casco ceremonial, un escudo, una espada, una lira y un plato de plata, no había rastros de un cadáver humano, pero luego concluyeron que se desintegró completamente. Al encontrar esas monedas de la dinastía merovingia, se piensa en algunas posibilidades: Redvaldo de Estanglia, Eorpwald de Estanglia, Sigeberto de Estanglia, Ecgric de Estanglia o algún miembro de alguna familia noble.
Una nota afirma que el tesoro estuvo escondido en el metro de Londres durante la guerra y se exhibió por primera vez, sin mencionar a Basil Brown, nueve años después de la muerte de Edith. Recientemente Brown recibió todo el crédito por su contribución y su nombre ahora se menciona en la exhibición permanentemente junto al de Edith Pretty en el Museo Británico.
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