Cevat le cuenta a Kamil lo feliz que está después de haberse acerca a Saziment: “Creo que me estoy enamorando y voy a pedirle matrimonio antes de que otro me la quite”. No obstante, su dicha se termina cuando descubre gracias a un compañero marinero que el sobrino del carnicero pedirá la mano de su amada.

Acompañado de su inseparable Kamil, Cevat se dirige al lugar del trabajo de su contrincante para espiarle. Su sorpresa es mayúscula cuando ve ante él a un joven guapo, educado y agradable. “Ahora si que estoy perdido”, comenta el hombre tristemente.

Quienes tampoco están pasando por su mejor momento son Orhan y Selin. La pareja reflexiona sobre su relación mientras toman un café cerca del mar. “¿Qué te parece si vamos a pescar?”, dice el joven. Su novia pone malas caras y le dice que prefiere quedarse en tierra. Ya sabe que es lo que les está ocurriendo: han perdido la chispa. “Estamos metidos en una rutina muy aburrida, ya no hay emoción entre nosotros”, dice la chica, que piensa que lo mejor es darse un tiempo.

Zeynep no oculta que está enamorada de Fatih

Al contrario que Orhan y Selin,Fatih y Zeynep sigue juntos y enamorados. Desde que la pareja se confesó cuanto se aman, son más felices que nunca. La historia de amor que comenzó como una mentira ahora es realidad. Además, Zeynep tiene otro motivo para sentirse muy ilusionada: en unos días comenzará a trabajar para Meryem en su millonaria compañía.

La joven no sospecha que su nueva jefa es su verdadera madre, la invita a la fiesta de circuncisión del pequeño Selim. No obstante, Meryem, que prefiere ir con pies de plomo en relación a todo lo que rodea a su hija, declina la invitación: “Tengo invitados en casa”. Al anochecer, se lleva a cabo el festejo, el cual quizá, no salga como el matrimonio había planeado.

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