No son nuevos –Jane Birkin era incondicional en los 70– y tampoco gustan a todo el mundo. Los pantalones blancos gozan cada vez de más aceptación, sin embargo, un gran grupo de mujeres continúa escéptica y pone en tela de juicio sus bondades. Si hablamos de vaqueros, los blancos son tan versátiles y sientan tan bien como unos azules. Eso sí, hay que tener en cuenta una norma que sirve para todas: nunca hay que escogerlos excesivamente apretados pero, por lo demás, el cielo es el límite. Ojo, esto no significa que haya que renunciar (definitivamente) a los pititllo –que, aunque en horas bajas, cuentan con una legión de incondicionales que les siguen allá donde vayan–, pero sí huir de aquellos que tienen “efecto segunda piel”, que flaco favor hacen a cualquier silueta (sí, a cualquiera).
Esta primavera, los pantalones blancos continúan siendo un salvavidas estilístico al que aferrarse y componer estilismos que se diversifican ampliamente y van desde el total look inmaculado hasta acabados encerados, otros más satinados e incluso siluetas de inspiración ochentera y patrones de sastrería para componer estilismos en clave working. Y como la cosa va de posibilidades hemos seleccionado, de la mano de Zara, algunos favoritos para estrenar tan pronto como consideres porque, si de una cosa estamos seguras, es que los pantalones blancos no son (solo) para el verano.
© Cortesía de Zara
Vaqueros de efecto encerado, de Zara. COMPRAR
Efecto encerado y botas de cowboy
La lógica de las últimas temporadas está clara: las botas de cowboy han sido el calzado estrella en la pasarela y un éxito rotundo en la calle. Durante el pasado invierno las hemos visto de todo tipo: con estampado de serpiente, cocodrilo y demás fauna variada, clásicas en negro o marrón e incluso de colores arriesgados. Ante la llegada de la primavera, las blancas se perfilan como la opción más sensata para combinar con siluetas slouchy que incorporan una novedad: el efecto encerado.
© Cortesía de Zara
Pantalón de vestir, de Zara. COMPRAR
Sastrería de verano
Las nuevas reglas de la sastrería pasan por dejar (un poco) de lado los dos piezas clásicos en negro, gris y azul marino para teñirse de rosa como el más vendido de Mango y apostar por colores flúor y mucho más energético. Combinar pantalones de traje blancos con americana en el mismo color puede parecer una opción arriesgada, pero nada más lejos de la realidad porque, en este caso, el neutro actúa como hilo conductor de uno de los estilismos más sofisticados del buen tiempo.
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Cazadora denim, de Zara. COMPRAR
Inspiración 70’s
La estética que nació en Woodstock continúa siendo fuente de inspiración inagotable más de medio siglo después. Los vestidos largos de tejidos livianos sustituyeron a los cortes trapecio y a las minifaldas y las chaquetas vaqueras y de ante se convirtieron en estandarte de libertad hippy. La propuesta de la firma gallega recupera el combo cromático por excelencia y lo pone al servicio de un look que dirige su mirada al pasado pero sin perder de vista el futuro.
© Cortesía de Zara
Pantalón fluido, de Zara. COMPRAR
El traje kimono
Continúa la línea que marcan la nueva camisa elegante para ir al trabajo y el traje de noche para estar en casa y añade una vuelta de tuerca: el traje que se lleva en 2020 traspasa los límites de los pijamas para salir a la calle y recupera la silueta kimonesca como símbolo de la nueva elegancia confortable. El nuevo traje huye de los patrones más rígidos y apuesta por la holgadez y la sofisticación relajada en un intento de actuar como catalizador de los tiempos y recuperar, de esta manera, la libertad que la sociedad anhela.
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