El nombre de Twiggy vuelve cada cierto tiempo a resonar fuerte en el mundo de la belleza. Su particular maquillaje de ojos, marcando las pestañas y delineando por encima del párpado (floating eyeliner), se convirtió en una de sus mayores señas de identidad que ha servido de inspiración varias décadas después. Aunque su título como icono de belleza esté más que asegurado, la modelo británica representa a la perfección la moda y las tendencias de los años 60 y 70 que ahora vuelven a estar en el punto de mira. Twiggy se convierte así en la perfecta gurú fashion de cara a esta temporada y su armario en el lugar perfecto para mirar qué y cómo vestiremos.

Trajes de dos piezas, estampados geométricos, cuellos voluminosos o zapatos estilo Mary Janes son solo algunas de las fórmulas que vuelves. Toma nota de todas ellas.

Los pañuelos anudados alrededor de la cabeza ya se han convertido en el accesorio fetiche del verano. De cara a la próxima temporada se mantendrán, apostando sobre todo por los de estampados geométricos tal y como Dior proponía sobre su pasarela de marcado carácter seventies. En 1968, Twiggy ya lo llevaba exactamente de la manera que lo veremos durante los próximos meses.

El regreso del cuello bobo se hace más tangible este otoño, donde han ampliado sus tamaños muy por encima de lo que pudo verse el año pasado. Este vestido de Twiggy, de estilo polo, con rayas horizontales y un gran cuello de solapas a contraste es la perfecta inspiración.

La obsesión por las chaquetas de punto que comenzó el año pasado se mantendrá este. A la versiones con top a juego les sale un fuerte competidor: el cárdigan de manga corta algo cropped, una opción perfecta para hacer frente al entretiempo. Twiggy lo lucía así, totalmente cerrado (tal y como se lleva este año) y con una falda tubo.

La sastrería vuelve con fuerza una temporada más y a las versiones lisas se les suman las estampadas. Además del llamativo paisley, las atemporales y elegantes rayas diplomáticas protagonizarán las siluetas más buscadas. Haz como Twiggy y combínalo con mocasines planos.

Estos detalles de carácter hippie no solo protagonizarán las clásicas chaquetas de flecos, sino que se llevarán en clave total look decorando también bolsos y zapatos. Añade a tu wishlist otoñal una bandolera como la que lucía aquí la modelo.

Irrumpieron con fuerza hace ya varias temporadas y no parece que se vayan a marchar, al menos pronto. Los vestidos de estilo babydoll con detalles como lazos, mangas abullonadas o silueta globo serán una de las prendas claves de los próximos meses.

Si este verano las faldas más buscadas han sido las de estética tenista, en otoño serán las de carácter uniformado, con estampado tartán o príncipe de Gales las que vuelvan. Llévalas con básicos en tonos neutros y una boina, como hacía la modelo.

Las bailarinas o merceditas se postulan como uno de los calzados más importantes de la próxima temporada. Si quieres lograr el perfecto look sixties, llévalas con medias blancas y vestidos mini de crochet o estampado floral.

El vestido largo, de tirantes y seda o satén regresa por todo lo alto. Se lleva totalmente exento de artificios y, en caso de apostar por accesorios, que sean horquillas o collares minimalistas de oro. Encuéntralo en color marfil, crudo o negro.

Camisas y vestidos se recubren de cuellos llenos de volúmenes, bordados y volantes. Este vestido abotonado que Twiggy llevaba en 1967 y con el que promocionaba su propia línea de ropa, volverá a ocupar las calles.

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