Hubo un tiempo no muy lejano en el que una tal Victoria Beckham no pisaba la calle si no calzaba lo que entonces comenzamos a conocer como peep toes, zapatos de salón con un tacón altísimo cuya complicación no quedaba reducida a esos centímetros imposibles de altura, sino que habia que sumarle al menos dos dedos de plataforma delantera. Una proeza. Sin embargo, años antes de que la diseñadora se reconvirtiera en el icono que es hoy en día, sus compañeras de grupo, las míticas Spice Girls, popularizaron otras plataformas, no tan altas, mucho más cómodas para saltar y bailar y por encima de todo, rotundas. Eran las chuncky, una sensación y un fenómeno de masas que todavía hoy Rosalía lleva en casi todos sus conciertos y que casualidad o no, nacieron casi a la par que uno de los zapatos que más dieron que hablar a principios de los 90 por su affair con Naomi Campbell y que hoy siguen siendo tendencia.

Naomi, desfilando con las imposibles plataformas.©Getty Images

Principios de 1993. La mítica diseñadora inglesa Vivienne Westwood presentaba su última colección en Londres y una jovencísima y todavía risueña Naomi Campbell desfilaba en la pasarela tras semanas de pruebas, ensayos y fittings.

Probablemente sabía que tenía que lucir un looks con uno de los pares de zapatos que pasarían a la historia por su diseño, pero quizás solo sospechaba que en el corto recorrido del backstage al final de la pasarela su relación con los zapatos que llevaba pasaría a la historia por el tropiezo que protagonizaron. Llevaba las plataformas Gillie, una rareza inspirada en las bailarinas Mary Jane y el Glam pero con 23 centímetros de tacón y otros muchos de plataforma. Bellas, raras e imposibles de domar, hicieron que la top model terminara sentada en mitad de la pasarela, muerta de risa y seguramente de nervios, y pasando a la historia de los desfiles con un halo de naturalidad épico y envidiable.

La modelo Naomi Campbell desfilando para Vivien Westwood.©Getty Images

Que la moda y el mundo entero se rindiera a los pies de semejante par de zapatos era lo mínimo que podía suceder: una grandísima diseñadora apostaba por caminar sobre 'zancos', una de las modelos más top de la historia lo había intentado con gracia con una sensacional falda ecocesa y una boa de plumas fucsia y tras años dormidas, las plataformas volvían a recuperar el protagonismo del que gozaron en los 60 y 70 y que los 90 no querían dejar de perderse. Hoy, a punto de cambiar de año en el calendario, las marcas las recuperan y nuestra reacción no puede ser sino de alegría, como la de Naomi.

Zara, propone y la moda dispone.  ¡Larga vida a las botas, bailarinas, sandalias en las alturas, con muchos centímetros de tacón y más de estilo! ¿Quién dijo que la comodidad, las tendencias y la elegancia estaban reñidas? Escoge las tuyas y llévalas con faldas y vestidos. Y a desfilar, amiga.

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