La revolución continúa dentro de Prada. Tras la incorporación a principios de 2020 de Raf Simons como director creativo, cargo que desde entonces comparte con Miuccia Prada, una fusión inesperada que ya ha dejado los primeros detalles sobre la pasarela milanesa con una muy buena acogida por parte de la industria, la casa de lujo italiana ha comunicado el nombramiento de Malika Savell como responsable de diversidad, igualdad e inclusión, un rol totalmente nuevo dentro de la compañía que reafirma la apuesta de la maison por la integración y la pluralidad.

Savell, anteriormente directora de la división de empresas de diversidad cultural en Moët Henness y Louis Vuitton, ambas etiquetas del conglomerado francés LVMH, ha sido elegida para el área de Prada en Norteamérica pero su función será global. Según informan desde WWD, su labor será clave para garantizar la representación cultural dentro de la maison a través del desarrollo de nuevas políticas y estrategias en todos los niveles de la empresa.

La creación de este nuevo puesto por parte de Prada es un gran paso hacía un futuro con la diversidad por bandera en una industria como la de la moda, tantas veces en el punto de mirada por precisamente la falta de inclusión. Un rol con el que la maison busca, según explican ellos mismos, continuar reflejando el mundo diverso en el que vivimos a través de sus actos, colecciones o iniciativas.

Queda un largo camino por delante, no solo por parte de la casa italiana sino por todas las entidades y figuras que forman parte del sector, pero solo apostando por este tipo de iniciativas es viable creer en un futuro mejor, real, que refleje con exactitud la rica diversidad cultural que tenemos.

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