Dice un refrán catalán que "una flor no fa estiu". Su traducción literal, que una flor no implica el verano. Su verdad, que un vestido elegante no te convierte en una mujer elegante, que una puesta de sol no hace tus vacaciones idílicas y que un helado no estropea una vida sana constante. Por esa lógica, la vida pública y pomposa que llevaban actrices como Audrey Hepurn, Catherine Deneuve o Brigitte Bardot no las convierte en celebridades por gusto. Ellas, cuando las cámaras quedaban lejos y el público dormitaba, se escapaban a las montañas de Suiza, a pueblos pesqueros de la Costa Azul y a casas de campo donde el único foco presente era el sol y, el único sonido, los pájaros en los árboles. En esos paréntesis sanadores, pocos taxis y muchas bicicletas, pocos platós y muchos jardines, poco humo y mucho mar, pocos vestidos de seda y muchos pantalones de algodón. Mucho, en definitiva, de lo que importa de verdad.

Suele pasar que quienes viven rodeadas de lujos materiales buscan el de verdad lejos de su cotidianidad. Pasó con las estrellas más brillantes y famosas de Hollywood y pasa hoy en día con las modelos de pasarela, cuyos estilismos off duty demuestran que, después de días y días enfundadas en trajes de alta costura, agradecen la funcionalidad de unos leggings y una suddadera prestada. 

Las vacaciones de las estrellas.© Fotografías de Getty Images; Creatividad de Mar Lorenzo Sales

Salvando las distancias, podríamos afirmar que incluso nosotras mismas, sin ser ni modelos ni actrices de alcance global, lo hemos vivido en nuestras propias carnes cuando, durante más de dos meses, nos hemos visto obligadas a reencontrarnos con nosotras mismas y a reconciliarnos con nuestras casas, armarios, familiares y parejas. El confinamiento – y la renuncia obligada pero responsable de actividades que creímos intocables – lo ha cambiado todo para siempre. Para bien o para mal, pero para siempre. Ámbitos como el de la ropa se han transformado y mimetizado con el contexto, lo que ha dado pie a que los leggings y los pantalones joggers se alzaran con el trono de súper ventas o que las lentejuelas se antojaran prescindibles, igual que los vaqueros, verdaderos damnificados en esto de la vida hogareña a favor del que se perfila el pantalón de la temporada.

© Fotografías de Instagram; Creatividad de Mar Lorenzo Sales

– Se trata de un pantalón de silueta híbrida, que unas calificarán como 'flare', otras como 'pitillo', otras como unos 'capri' y otras, simplemente, los llamarán los pantalones más cómodos y frescos del verano.

– Son largos o tobilleros y, en general, están confeccionados en algodón estampado.

– Son frescos, transpirables y elásticos al menos en la zona de la cintura, tríada de virtudes que ha hecho que borrarán de un plumaza nuestra falsa necesidad de vaqueros.

– Como hemos dicho, vienen estampados. La tendencia más evidente es el vichy, aunque también encontramos en las tiendas versiones de rayas, de flores o incluso de estampado artístico.

– Han entrado de lleno en los armarios influyentes, pues las chicas que dominan las tendencias en Instagram se han encomendado a sus bondades. Por ejemplo, Blanca Miró, Leandra Medine, Camille Charriere…

– Están en las colecciones estivales de tiendas de cabecera como Mango, Zara o Bershka, pero no solo. También otras firmas más especiales como La Veste – quien ha agotado todas sus exitencias en este tipo de pantalón -, María de la Orden o Antik Batik han incluido esta tipología de prendas en su oferta.

© Cortesía de Zara

Pantalón de vichy de Zara. Comprar.

La rutina ha cambiado y, con ella, todos y cada uno de los elementos que la conformaban, desde el uniforme hasta el plan del fin de semana. En general, los de ahora son planes más relajados, con códigos de vestimentas menos estrictos cuya única exigencia es la mascarilla. Pasear, tomarse un café en la terraza del bar de abajo, comprar flores frescas y mantener bonito el salón, sacar la cabeza por la ventana y agradecer el sol, cenar en casa de nuestra amiga afortunada con terraza.

Pasar de la ropa incómoda y valernos de la funcionalidad.

Pasar de los vaqueros, aunque sea momentáneamente, y encomendarnos a las bondades estilísticas y anímicas de este pantalón que habla de tendencias, de vacaciones y de calma y que ya está en todas las tiendas que nos inspiran.

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