Las mangas de Audrey Hepburn, la cintura de Isabel II… Identificamos las 5 referencias del vestido de Belén Corsini

Navascués ha firmado uno de los vestidos más mediáticos de los últimos años y estamos seguras de que en las próximas temporadas veremos muchas novias con diseño muy parecidos. La manga larga de farol, la cola que sale de la espalda, la tela con bordados de color, el velo cogido de una sencilla coleta baja y la cintura con forma de diamante son algunos de los elementos que han marcado la diferencia del traje de novia de Belén Corsini. Un diseño hecho a medida para la ocasión y en el que podemos reconocer referencias a otras épocas y elementos que nos recuerdan a los de otras bodas célebres de la historia.

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Las fotos oficiales de la boda de Carlos Fitz-James y Belén Corsini

La década de los sesenta, de finales de los años cuarenta o de mediados del 2000 son algunos de los años en los que podría haberse inspirado el diseño de Navascués. Al fin y al cabo, Cristina Martínez-Pardo Cobián, fundadora de Navascués cuenta con una amplísima trayectoria en el mundo de las novias y sus referentes son inacabables, fusionándose de tal manera que es difícil decir dónde empiezan unos y terminan otros, creando como resultado diseños únicos e irrepetibles. Echamos la vista atrás para descubrir esos elementos comunes con bodas de la realeza o mujeres que han marcado un estilo y una época y este es el resultado.

Las mangas de Sharon Tate y Audrey Hepburn


En 1954 Audrey Hepburn se casaba con Mel Ferrer con un vestido diseñado por Pierre Balmain. Fue su segunda boda y uno de sus vestidos más famosos, con una falda midi con vuelo, una corona de flores y esas icónicas mangas de farol que hoy vuelven a conquistarnos gracias al vestido de Belén Corsini. 14 años después, se celebraba en Londres otra boda del mundo del cine. En esta ocasión eran Sharon Tate y Roman Polanski los que se daban el ‘sí, quiero’. Fue una boda que cumplía con todos los requisitos propios de una novia yeyé de mediados de los sesenta: vestido corto recto pero, de nuevo, esa manga larga con volumen en la zona del hombro y el antebrazo.

La cintura de diamante de la reina Isabel II

La de Isabel II fue la primera gran boda real después de la guerra. Un hecho que hizo que la boda entre Isabel II y el duque de Edimburgo generara un especial interés. Su vestido fue diseñado por el diseñador de la corte de la época, Norman Hartnell, y según diría después fue el vestido más bonito que había hecho nunca. Un vestido bordado en satén de seda procedente de China con escote en forma de corazón y una costura con forma de diamante en la cintura que estilizaba y era un recurso habitual en el diseño de los años 40 y 50. El mismo elemento que encontramos en el vestido de Belén Corsini.

La cola independiente de Victoria de Suecia y de Farah Diba


Otro de los elementos originales del vestido de Belén Corsini era la larga cola bordada que nace de la cintura, en la zona de la espalda, de manera casi independiente del vestido. Un elemento que nos ha recordado el espectacular trabajo que realizó Yves Saint Laurent en 1959 para el vestido de novia de Farah Diba, con un fruncido y unos bordados similares, si bien, el diseño de la emperatriz era de aire mucho más regiocomo es lógico, gracias al brocado y el remate en piel de armiño. En clave minimalista, este recurso de esa cola de novia que se acopla al vestido, lo vimos también en el vestido de novia de Victoria de Suecia en el año 2010 diseñado por Pär Engsheden.

El velo prendido de un recogido bajo como Charlène de Mónaco

El estilo de Charlène de Mónaco y el de Belén Corsini son completamente diferentes y, sin embargo, ambas han compartido un elemento en lo que respecta a su vestido de novia: la manera en la que eligieron llevar el velo. El velo, hoy día completamente opcional, se puede colocar de mil maneras diferentes según los gustos de la novia. Hay quien lo lleva cubriendo el rostro, quien lo coloca encima de la cabeza a modo de tocado o lo lleva prendido del recogido. Esta última opción fue la elegida por Charlène de Mónaco y Belén Corsini. Ambas además optaron por un recogido bajo, opción que resta protagonismo al velo. Una manera de dejarlo en un segundo plano sin renunciar a él.

El aire relajado y romántico de Kate Moss

El vestido de novia de Kate Moss en su boda en 2011 con Jamie Hince marcó un antes y un después en la moda nupcial. No podía ser menos. Su vestido de aire relajado pero extremadamente romántico diseñado por su gran amigo John Galliano escribió un nuevo capítulo en el estilo de novia boho-chic. Un vestido de tela ligera, que cae sobre el cuerpo de forma liviana, con escote en uve cuya esencia aparece reflejada en el vestido de Belén Corsini aunque de una manera mucho más refinada y formal.

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Todos los invitados a la boda de Carlos Fitz-James y Belén Corsini

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