Con la incipiente llegada de la primavera las miradas comienzan a posarse nuevo en vestidos y faldas de carácter estival. Las opciones son infinitas y, como siempre, en materia de estampados son los lunares o los florales los que reinan por encima del resto. En lo que respecta a cortes y siluetas, las asimetrías, los vestidos de mangas abullonadas, los de estilo babydoll o los protagonizados por nido de abeja se postulan ya como los más imprescindibles del armario. En materia de faldas la variedad se reduce algo más. Además de contar con las faldas plisadas o las satinadas que se recuperan del pasado verano, con la nueva incorporación de las de efecto piel o las de grandes volúmenes, hay otra silueta que, sin hacer mucho ruido, lleva ya tres años regresando con cada primavera.
Hablamos de la falda pareo, esa que cuenta con un cruce lateral, cerrado con un nudo o lazada, y que en ocasiones está decorada por volantes o frunces. Esta falda es por antonomasia la prenda del verano. De estética relajada, con una abertura en un lateral y, generalmente de largo midi. Acompañada de sandalias planas estilo Birkenstock es ideal para los planes más relajados, con zapatillas tipo Converse perfecta para las jornadas de trabajo y, acompañada de unas sandalias de tiras de tacón o stilettos supone una prenda imprescindible para las noches de verano.
Blanca Suárez ha sido la última en sumar esta práctica falda a su guardarropa, apostando por una de lunares durante su viaje en Tailandia. La actriz ha combinado la falda negra de lunares blancos con una sencilla camiseta gris y unas chanclas.
En el ‘street style’
Además de colarse en la maleta de Blanca Suárez, esta tipo de faldas también han hecho acto de aparición en las semanas de la moda más recientes bien sea en sus versiones más elegantes (las de efecto cuero o lentejuelas) como en las más distendidas de flecos o tejidos como el lino. Asimismo, aunque son las midi las que predominan, las mini también están presentes.
En las tiendas:
¡Lo quiero!
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