En 'La edad de la luz' – el primer libro de la escritora Whitney Scharer – nos damos cuenta de que Lee Miller fue mucho más que la compañera y la musa de Man Ray. A través de la obra – una biografía ficcionada -, vemos que la norteamericana también trasciende la etiqueta de modelo, e incluso la de fotógrafa. Lee Miller fue todo y más: fue modelo, fue musa, fue artista, fue actriz, fue corresponsal de guerra, fue bailarina, fue soldado, fue articulista, fue cocinera y fue alcohólica. Fue todo lo que quiso ser. También fue, momentáneamente, parisina. No fue su residencia en la capital francesa el hecho que le otorgó esa categoría, sino un look. O eso quiso imaginarse Scharer en su historia, cuando relata el momento en que Miller invocó y sintió como propio el estilo de las habitantes de París a través de un pañuelo.

Una experiencia similar podemos sentir nosotras mismas si hacemos caso a las muchas francesas que estos días proponen como prenda oficial de confinamiento este jersey con nombre propio de Sézane.

© Cortesia de Sézane

Jersey de Sézane. Comprar.

Ya se sabe que las parisinas son escuetas en lo que a su lista de imprescindibles para estar en casa atañe: algunas cajetillas de cigarrillos, un par de botellas de vino, un ramo de flores en la mesa del salón y una chaqueta de punto. Poco más necesitan estos seres extraordinarios para sobrellevar con dignidad y, sobre todo, con estilo la cuarentena. Es por ello que han hallado en el jersey Gaspard – que así se llama la maravilla que protagoniza este artículo – a su mejor aliado. Lo mismo opina el resto de sus respectivos vestidores: leggings, zapatos de andar por casa, vaqueros, vestidos lenceros y zapatillas deportivas dan el visto bueno a esta prenda de Sézane que, si bien en apariencia es un jersey, puede funcionar también como cárdigan de punto.

© Cortesía de Sézane

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Los motivos de este amor incontestable y fiel pueden ser muchos. El primer flechazo, el instantáneo, podría venir de su diseño sencillo – manga larga, cuello redondo, cero adornos – o de la suavidad evidente que no necesita del tacto para revelarse. La historia de amor también podría explicarse porque Gaspard está disponible en seis colores – amarillo, nude, negro, marrón, naranja y rojo – o porque, como ya hemos dicho antes, casa con cualquier prenda. ¿O será quizá porque es una prenda de las que pueden llevarse por los siglos de los siglos?

Será todo a la vez. O será que no tiene explicación. Será que es moda, no magia.

Sézane sigue despachando pedidos desde su página web y reparte a España. Además, como iniciativa solidaria, están disponibles prendas de su archivo cuyas ventas irán destinadas al programa DEMAIN para financiar proyectos que ayuden a la escolarización e igualdad entre niños.

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