Hace unos meses presenciábamos como un truco de estilo invadía las calles de Paris y, posteriormente, se comenzaba a dejar ver en el street style internacional. Prescriptoras de estilo e insiders apostaban por lucir las camisas de una manera muy peculiar, llevando desabrochados la mayoría de botones, dejando parte del abdomen al descubierto. Este pequeño y sencillo truco de estilo se instaló por completo en los estilismos de millennials y Z , en parte por su capacidad para lograr un look diferente y que además favorece ayudando a alargar ópticamente la figura.

Curiosamente, aunque parezca de lo más actual, en realidad ya estuvo presente en los años 90, como muchas otras cosas. En su afán por rescatar tendencias pasadas de esta década, la moda también recupera trucos de estilo, este en concreto fue visto en el desfile de Lanvin de la temporada Otoño/Invierno 1993-1994. Durante el mismo se presentaron algunos conjuntos en los que la camisa se desataba desde la altura del pecho (o un poco menos) hasta el final de la hilera de botones. Entre otras, la top Helena Christensen fue una de las encargadas de lucirlo sobre la pasarela con una camisa color arena.

Unos pocos años después, en 1995 y en 1997, Kate Moss y Linda Evangelista lucían la camisa desatada en las pasarelas de Todd Oldham y Ralph Lauren respectivamente.

Actualmente, este detalle se ha apoderado de infinidad de estilismos tanto en Instagram como insiders de la talla de Maria Bernad, Emili Sindlev o celebrities como Gigi Hadid. Generalmente, apostando por una camisa algo oversize, de algodón, popelín o lino, y en algunas ocasiones luciendo una de las dos mitades resultantes por dentro del pantalón y la otra por fuera.

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