Es una época de buenas noticias para Moncler. La icónica firma de lujo se ha unido con Interparfume SA. para el lanzamiento de su primera fragancia para el 2022 en su estrategia de expansión de marca. La firma no conoce límites, superar las barreras del ingenio se ha convertido en una de las características que la representan y en el 2020, la casa de muchas voces lo hace una vez más.

Doce. Doce es el número de ideas, conceptos y colecciones. Doce espectaculares creativos unen fuerzas para, en colaboración, construir el mensaje con el que Moncler Genius sorprende al mundo. “Una casa. Diferentes voces”, el claim de la casa con el que continúa explorando nuevos horizontes. Dándole la oportunidad a diferentes diseñadores— todos ellos de mente brillante — de compartirnos su visión personal para la firma.

La colección número 8 de Moncler Genius no fue excepción. Se dio a conocer el pasado 28 de mayo, y fue presentada muy al estilo de la marca, utilizando las herramientas online.

Richard Quinn (Londres, 1990) ha sido el encargado de dirigir la colección, que nos remonta a la elegancia de los años sesenta,llena de colores y estampados con el espíritu de flower power hasta motivos de cebra que suman 12 diferentes estampados diseñados exclusivamente, impresos sobre siluetas inspiradas en esa misma década.

Con un estilo muy a la Pierre Cardin (Italia, 1922), logra adaptar la idea de lo espacial y futurista a los tiempos contemporáneos donde la tecnología dentro de la industria textil se vuelve su gran aliado. Siguiendo una línea gráfica, gabardina cubierta de resina y sarga de nylon son algunos de los materiales que utiliza Quinn para traer sus diseños a la vida.

Pasamontañas emplumados, tacones decorados, bolsas en forma de esfera completan los looks de la colección para materializar el concepto del mixed and matched. La presentación culminó con una cápsula couture donde une esa visión energética y glamurosa para expresar indiscutiblemente la idea del lujo total. Con faldas largas y amplias logran trasladar su visión hacia el máximo maximalismo. Richard Quinn con una expresión muy personal logra interpretar la esencia de Moncler al transformar lo ordinario en algo extraordinario de una forma muy femenina pero muy moderna.

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