Se han gastado ríos de tinta alabando las bondades de las compras inteligentes en materia de moda, un adjetivo asignado a todas aquellas adquisiciones que se consideran duraderas, de corte clásico, impasibles a cambios y caprichos varios de la industria pero que a veces pueden resultar tediosas y manidas. No hay motivo alguno para volver a hablar de ello: la camisa blanca es para siempre, igual que lo es el mocasín de piel o la americana de crepé. También es sano cenar pechuga de pollo a la plancha con brócoli hervido y no por ello lo hacemos a diario. El postre nos alegra la vida de tanto en cuando de la misma forma que darnos un capricho en una tienda da vida a nuestro armario y a nuestro ánimo, hoy hastiado de tantas normas y rutinas. Vivan los placeres culpables, las copas de más y los bolsos caros.
Y ya puestos, vivan también los zapatos bonitos que no necesariamente combinarán con todo, pero cuando lo hagan, convertirán nuestro estilismo en algo galáctico y extraordinario. Como ejemplo, un botón: estas sandalias de cuadros vichy en tonos malvas de la última colaboración entre Mint&Rose y Petite Mafalda.
© Cortesía de Mint&Rose
Sandalia Flavia. Comprar.
A la vista está que no estamos ante una sandalia negra con un tacón sensato que podamos llevar a diario durante todos los verano que vienen. Esa no es su virtud y ninguna falta que le hace, pues atesora una cualidad mucho más apetecible: es especial, preciosa y única. Como hemos dicho, también atesora otra capacidad cósmica: la de dar otra vida a todo lo que toca. Su especialidad son las prendas de colores neutros, como el blanco.
· Este vestido de Cecilie Bahnsen será infinitamente más estiloso con las sandalias de tiras de Mint&Rose y Petite Mafalda.
© Cortesía de MyTheresa
Vestido de Cecilie Bahnsen.
– Igual que este bolso de Coccinelle, al que el estampado vichy le restará formalidad.
© Cortesía de Coccinelle
Bolso de Coccinelle.
Las sandalias Flavia están hechas en España y cuentan con un tacón alto de 9,5 centímetros que no te garantiza horas de baile infinito pero sí una figura estilizada, un look sobresaliente y más de un piropo. ¿Lo decimos de nuevo y a la vez? Vivan los placeres culpables (sobre todo, si vienen en una caja de zapatos).
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