Esta es la chaqueta más importante de la desescalada: vuelve la torera

Aunque los años 70 son fuente inagotable de inspiración para las tendencias que estamos viendo desde hace algunos meses, lo cierto es que el revival de prendas y estilos se configura cada vez menos alrededor de épocas concretas y más sobre piezas. Se trata de un hábil movimiento estratégico y comercial: lo que interes a las tiendas y diseñadores es estimular las ventas más que dirigir los deseos de los compradores hacia unos looks u otros. En otras palabras: se lleva todo.Y la prueba de que esto es así la tenemos en la resurrección de una de las prendas clave del look de los años 80: la torera, la chaqueta corta que están defendiendo muchísimas influencers del street style global.

Las toreras, chaquetas cortas que hoy podríamos rebautizar cropped, figuran en el imaginario popular como la chaqueta favorita de las estrellas ochenteras, de Madonna a Vicky Larraz. Entonces las veíamos profusamente decoradas y con apliques increíbles, en consonancia con la pulsión barroca de aquellos locos años Hoy nos llega mucho más depurada, hasta el punto de invadir el territorio del blazer, que hoy se va imponiendo con un largo hasta la cintura súper favorecedor.

La torera tiene una ventaja definitiva sobre las chaquetas largas: favorecen muchísimo a las personas que no presumen de altas, y que ven cómo la figura se acorta con las americanas tradicionales. Sin embargo, no favorecen demasiado a aquellas que quieran disminuir ópticamente la amplitud de las caderas. Para conseguirlo, tienen que recurrir a chaquetas un poco más largas, al menos hasta la cadera.

En realidad, tiene mucho sentido que la tendencia de moda recupere precisamente ahora la torera. Se trata de la prenda de abrigo que mejor acompaña a prendas con aporten volumen en el tren inferior, desde los vaqueros globo o slouchy que tanto se llevan, hasta las faldas largas y vestidos voluminosos que llevamos viendo en tiendas desde el verano pasado. La torera, al marcar bastante la cintura, permite subrayar el volumen extra que queremos conseguir.

En realidad, la torera puede oscilar en cuanto al largo: podemos llevarla muy muy corta (lo que se denominaba un bolero) o estirarla hasta la cintura, como las modernas americanas cropped. También la encontraremos en todo tipo de tejidos, desde un vaquero teñido de colores hasta la lana o el tweed. La llevemos como la llevemos, acertaremos con ella esta primavera. Y si no encuentras ninguna en el low cost, siempre puedes atreverte a cortar alguna chaqueta que ya tengas. ¿Te atreverías?

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