No sé si, como yo, habéis tenido la sensación de que os hablan de alguna cosa que os era totalmente desconocida y a partir de ese momento la empezáis a ver por todos los sitios, todo el mundo habla de ella y tú, sin probarla. Habló de los productos Olaplex. Hace unos días pregunté a una amiga qué se había hecho en el pelo que se lo veía súper sano y brillante y me contó todas las maravillas que un producto de esta marca había hecho por su cabello. Que se lo recomendó su peluquero y desde entonces este producto se ha convertido en su nuevo BFF (mejor amigo para siempre).

A partir de ese día y esa hora, no sé si porque me fijaba (y antes no), pero el cartel de ‘Usamos productos Olaplex’ estaba en la puerta de la mayoría de las peluquerías por las que pasaba. Y mi pelo necesitaba eso, un buen baño de hidratación sobre todo por las horas que ya lleva de piscina este verano y las que aún le quedan de playa.

La marca describe al producto como un tratamiento, no acondicionador, que reduce la rotura y fortalece el cabello de forma visible, al tiempo que mejor su aspecto y sensación al tacto –eso ya lo había visto en el pelo de mi amiga–, pero lo que realmente me llevó a comprarlo fueron las valoraciones que tiene en Amazon. Si más de 60.000 le dan 5 estrellas por algo será. «Es el producto estrella cuando el pelo te está pidiendo S.O.S«, «Siempre repito con este producto para cuidar mi pelo decolorado, funciona bien y dura», «reestructura y sella las fibras rotas», «tenía el pelo achicharrado de la plancha. Lo ha mejorado de una forma increíble. Ya no se encrespa tanto además», «me tiño el pelo todos los meses y es un tratamiento genial para mantener el pelo sano y con brillo«… Me sentía identificada con muchas de estas opiniones: tengo el pelo seco, teñido y reconozco que abuso de la plancha. Además, es apto para el método curly. No es una tratamiento que quite el rizo natural, como los alisados que hay en el mercado. Usar este tratamiento lo que hace es volver a hidratar el pelo seco, eliminado el encrespamiento y devolviéndole el brillo natural.

Su uso no puede ser más sencillo. Enjuaga el pelo sin lavarlo y sécalo con una toalla, coge un poco de producto, aplícalo en el pelo y peina de raíz a punta. Déjalo actuar como mínimo 10 minutos–hasta 12 horas, si lo tienes muy dañado, yo lo usé durante toda la noche–. Enjuágalo y lava con tu champú habitual.

No es un tratamiento barato, cuesta 20,45 € pero pregunté en varias peluquerías y miré en varias webs y el precio medio rondaba los 35 €, de ahí que me decidiera a comprarlo por Amazon.

De momento lo he usado una vez y me ha gustado, tanto que ya lo he apuntado en mi lista de cosas que no se me pueden olvidar en la maleta para las vacaciones. Ahora, me planteo comprar champú y acondicionador de la marca. Puede ser una buena opción para mantenerlo sano sin recurrir a las tijeras cada poco tiempo.

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