La condesa Albina du Boisrouvray, implicada en asuntos sociales y de salud desde la muerte de su hijo François-Xavier Bagnoud, tras la cual vendió gran parte de sus joyas para fundar varias organizaciones sin ánimo de lucro, como la ONG FXB, sigue organizando eventos de concienciación sobre los peligros del sida y otras enfermedades, además de luchar contra la pobreza. El pasado mes de mayo recordaba que no solo la pandemia causa estragos en la población, sino que también el sida tiene consecuencias y deja a muchos niños huérfanos. Ella es la madrina de Carlota Casiraghi, quien a su vez forma parte del consejo asesor de la organización que Albina preside. El pasado 7 de junio ambas se reunieron en una emisión televisada especial para hablar sobre el alcance de la ONG y sus funciones.
Lo que más llama la atención de Carlota en el programa, además de su apoyo a las causas sociales, es el impecable look de belleza con el que ha conseguido parecer que no iba maquillada. La hija de Carolina de Mónaco acostumbra a ir muy natural en cuanto a su rostro, pero en esta ocasión se ha pasado el juego del ‘make-up no make-up’. Ha combinado su imagen más natural con una chaqueta de tweed en favorecedores tonos azules, a juego con sus ojos, pantalones vaqueros y unos favorecedores zapatos destalonados planos de Chanel.
Conseguir ese estilismo de belleza no es imposible, solo debemos contar con los productos adecuados. En el caso de Carlota, la clave está en la hidratación de su rostro, que, en su medida correcta, le aporta un aspecto saludable y jugoso: la mejor base de la que partir para empezar a maquillar. Si bien una aparición en televisión, en la que sabe que debe pasar el filtro de una cámara de alta definición, no deja lugar a una ausencia de maquillaje, ella lo ha utilizado de la forma más sutil posible. Una vez que ha hidratado el rostro de forma correcta, e incluso ha echado mano de otros tratamientos antiedad o en pro de la luminosidad –algo que no le falta- es hora de llegar al maquillaje. Para conseguir una piel tan revitalizada como la suya, la vitamina C puede ser un gran aliado.
La base de maquillaje, si lleva, es ligera y muy poco evidente. Aunque puede que haya optado por prescindir de ella, como hacen algunas actrices en alfombras rojas importantes. Eso le da un aspecto relajado a la piel y se aleja de sobrecargar el look, algo que Carlota evita siempre a toda costa. Del corrector de ojeras –que seguramente también haya utilizado para suavizar alguna imperfección– tampoco ha abusado. Además, ha dado un ligerísimo toque de color con un blush rosado muy suave, perfecto para su tono de piel. Lo ha terminado de rematar todo con iluminador discreto en puntos clave como nariz y alto de los pómulos.
La mirada la ha enmarcado con sus distintivas cejas, gruesas pero suaves, sin marcar ni peinar excesivamente. Una tendencia que cada vez coge más fuerza y que concuerda con la línea de naturalidad que sigue la Grimaldi. Además, ha prescindido de un rímel negro y marcado, para utilizar un tono marrón de forma muy sutil, que combinaba a la perfección con las también suaves sombras de sus párpados.
El toque final para un estilismo de belleza tan elegante como el de Carlota son los labios. Ella apuesta por el efecto ‘labio mordido’, que consiste en conseguir un ligero tono rosado, sin que parezca que van maquillados. En este caso, los productos que juegan con el ph de la piel de cada persona para conseguir un tono perfecto son los mejores. Eso sí, tienen que estar muy jugosos e hidratados para que el resultado sea como el de Carlota. Eso nos demuestra que, una vez más, la hidratación parece el paso clave en esta rutina de maquillaje.
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