El verano es la estación perfecta para abrir el joyero y lucir nuestras mejores piezas. Sin capas de ropa y apostando por los estilismos en los que menos es más, las joyas juegan un papel estelar en cada uno de los looks. Y esta temporada, si tuviéramos que apostar por una tendencia que promete arrasar, la favorita es aquella cuyos diseños se inspiran en las frutas más coloristas y vistosas.

Los frutos de la huerta, con sus vibrantes colores, se adueñan esta temporada de pendientes, pulseras, anillos y colgantes para convertirse en las joyas perfectas para viajar en la maleta y lucir junto al mar. Las frutas no son un motivo nuevo en el mundo de la joyería. Ya eran el diseño favorito de la emperatriz Catalina La Grande, que atesoraba una increíble colección de joyas.

Y uno de los motivos más recurrentes en la época victoriana, cuando los diseñadores reflejaron su interés por los temas naturalistas, creando joyas románticas que dejaban ver desde frutas silvestres como las bayas a racimos de uvas. Las frutas nunca han dejado de ser inspiración en el mundo de la joyería, y la mejor prueba de ello es la colección que Jean Schlumberger diseñó para Tiffany a mediados del siglo pasado.

Pero si históricamente estaban hechas en oro y piedras preciosas ahora no solo hablamos de piezas de materiales nobles, sino también de otras con esmaltes de colores que dan alegría a los looks y se convierten en las mejores aliadas de los estilismos veraniegos.

Casi cualquier fruta es susceptible de inspirar estos diseños. Si la fresa se ha convertido en el motivo elegido por Gucci para sus pendientes más apetecibles, la firma española Casilda Finat ha creado una colección de aros de la que cuelgan vistosos aguacates, sandías, plátanos y granadas. Un motivo que también encontramos en otras firmas como Thomas Sabo, Mango y Verbena.

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