Andrés Acosta ha vestido a reconocidas celebridades internacionales como las actrices norteamericanas Hailie Sahar y Sierra Capri, la top model Tülin Şahin y la socialite Paris Hilton; sumándose a la lista de personajes nacionales: Antonia San Juan,Kira Miró, Malena Acosta Sjögren, Miss Universe Spain 2018, Angela Ponce y Lola Índigo; quien acaba de lanzar un exitoso sencillo junto a Danna Paola y Denise Rosenthal.
Sin embargo, el joven talento le otorga la categoría de “musa” a tres mujeres: Marta Ortiz, Petra Němcová y Cristina Pedroche; quienes han portado extraordinariamente muchas de sus creaciones.
Quizás, por los nombres mencionados y la notable influencia ganada en la industria, pareciera que la marca homónima cuenta con una extensa trayectoria, pero a decir verdad, surgió en noviembre del 2016 con el lanzamiento de “La Divina Presencia”, la primera colección femenina; en 11 vestidos se pudo evidenciar un pequeño tributo a la mujer, y al mismo tiempouna declaración de estilo: su clara afinidad con la alta costura.. Al manejar un tejido tan noble como la seda y adornarlo con pedrería hecha a mano, generó una prenda digna del lujo moderno.
De hecho, Acosta parece padecer de una fuerte predestinación hacia el diseño, pues su formación universitaria estuvo alejada de las bellas artes al titularse en Publicidad y Relaciones Públicas.
El joven español, conservando siempre ese bricolaje entre la artesanía y el lujo que tan bien lo caracterizan, ha producido otras colecciones, entre ellas Awara y Metanoia. Sin embargo, deseando infundir en su universo artístico una mayor expresión personal, ha lanzado su primera colección masculina: Habib Albi; Andrés nos traslada a su lugar de origen: la isla de La Palma, donde en medio del desierto inicia un viaje hacia el autoconocimiento queriendo explorar la libertad y el amor.
Pocas veces se ven colecciones tan personales; tan íntimo es este proyecto que hasta el joven creador modela cada una de las prendas que diseñó y confeccionó de manera artesanal durante los meses del confinamiento; fabricación 100% española, donde el valor de la sostenibilidad sale a relucir gracias a que se trata de telas de stocks anteriores. Vemos organza, tafetán y seda en colores como negro, blanco y nude que construyen los fondos sobre los que se muestran trabajados bordados, piedras semipreciosas como los cuarzos, y aún cristales de Swarovski Lead Free. También, sobresalen algunas transparencias y una audaz túnica dorada.
Con una inspiración obtenida de los viajes por medio oriente, y junto a la destacada influencia que han ejercido ciertas tribus del norte de África en La Palma, se evidencia en esta colección el surgimiento de una estética cautivadora y disruptiva. Habib Albi nos trae prendas cargadas de historia y significado; una colección vívida de su creador, donde los poemas se materializan en la indumentaria, donde la vestimenta es la recopilación del itinerario emocional del viajero, de aquel hombre libre en el desierto.
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