El pasado sábado 8 de mayo, Alejandra Ruiz de Rato descubría el secreto mejor guardado de toda novia: su vestido. La hija mayor de Juan Antonio Ruiz Espartaco y Patricia Rato confió en la firma española Pronovias para que su directora artística, Alessandra Rinaudo, diseñara en exclusiva el vestido de sus sueños. Y acertó porque estaba radiante, elegante y perfecta. Fiel a su estilo sencillo y sin grandes estridencias, Alejandra contó con la ayuda de su madre durante el proceso creativo y las diferentes pruebas que ha ido haciendo en el taller de Sevilla.
Del brazo de su padre, el torero Espartaco, la joven de 29 años entraba emocionada y feliz en la capilla del santuario de Nuestra Señora de Setefilla en Sevilla para encontrarse en el altar con su pareja desde hace tres años, el publicista Tito de Novales. El precioso vestido, de escote off-shoulder realizado en crepé, estaba formado por un espectacular corsé y una falda que caía suave y natural. Su espléndida espalda de encaje realzaba la feminidad y la elegancia del diseño creando un juego de delicadas transparencias. La falda lograba un bonito volumen gracias a la creación de una enagua o can-can de tres capas de chantilly, acabada con una pequeña punta de chantilly cosida a mano, que respetaba el movimiento y la fluidez natural de la misma.
Alessandra Rinaudo destaca que el elemento que más le gustó a la novia desde el principio fue la espalda del vestido. “Para definir el escote creamos una transparencia delicada y femenina obteniendo así la mezcla perfecta entre sensualidad, sofisticación y elegancia”, explica la directora artística de Pronovias en un comunicado. “El objetivo de este proceso creativo era que el vestido enmarcara y realzase la belleza de la novia. Sin duda, la mirada y la sonrisa de Alejandra han sido las verdaderas joyas de este momento tan especial”. Para el diseño del vestido de Alejandra, que fue confeccionado en el taller de la casa, se han empleado más de 250 horas.
Joyas de su madre y el velo de su tatarabuela
Sin duda, una de las partes más fabulosas del look nupcial de la joven es la sobrecola extraíble de tres metros de largo, realizada en crepé y forrada con organza de seda. Para el velo, Alejandra contó con una mantilla bordada del mismo largo que la cola del año 1900 y que perteneció a la bisabuela de Patricia Rato. Como joyas, la hija del diestro lució unos pendientes espectaculares de su madre que también llevó su abuela, Felicidad Salazar Simpson, el día de su boda con Ramón Rato en noviembre 1966 en la Parroquia del Sagrado Corazón y San Francisco de Borja de Madrid y que fueron parte del lote de pedida del padre de Patricia Rato.
Un broche diseñado por Alejandra y Suárez
El velo lo llevaba sujeto gracias a un broche realizado por la Joyería Suárez para esta ocasión y que fue diseñado con ellos por la propia Alejandra siguiendo el diseño de los pendientes. El equipo de diseño que liderado Benito Suárez se reunió en primer lugar con Alejandra para conocer sus gustos, su personalidad y los detalles de su vestido nupcial. Para ella era muy emocionante llevar ese día los pendientes de herencia familiar por lo que para la creación de la joya Sur Mesure, el equipo trabajó en un diseño que hacía un guiño a esos pendientes, una pieza que además continuara a lo largo de los años como inspiración para ella. Después de varios bocetos, optaron por un broche para el velo.
Las claves de esta joya han sido que uniera tradición y familia y al mismo tiempo fuera una pieza que la joven pueda usar en otras ocasiones importantes de su vida. El diseño final es un broche desmontable que puede convertirse en unos pendientes con caída y motivos botánicos. Es una pieza única con un valor sentimental inmenso y que fue realizada en oro blanco de 18 quilates con 114 diamantes talla brillante de diferentes tamaños que suman un total de 1,48 quilates.
Un ramo con recuerdos de su infancia
Para completar el look nupcial, Alejandra llevó un precioso ramo de lavandas silvestres, algo que tuvo claro desde el momento en el que empezó a pensar en su vestido de novia. Cuando ella era niña, siempre recogía lavandas en primavera en el campo de la finca de su padre junto a su hermana pequeña Isabella y a su hermano, que iba detrás de ellas siempre porque era muy pequeño entonces, por lo que esa flor y su característico olor siempre han tenido un significado muy especial para los tres hermanos. Las lavandas de su ramo fueron recogidas en el campo de la finca y muchos otros detalles de la boda llevaban esta flor como motivo, de las invitaciones a los sittings o las tarjetas de los testigos de la boda. Además, como muestra del amor que se tienen las dos hermanas, Alejandra entregó su ramo de novia a Isabella nada más terminar la comida.
Transformó su vestido para la celebración
Tras la ceremonia, Alejandra y su ya marido Tito de Novales se desplazaron a la finca Dehesa Majavieja, a una media hora de la iglesia donde se casaron, y allí disfrutaron de un banquete que unía cocina andaluza con asturiana, en homenaje a la tierra de Patricia Rato y su familia. Para estar más cómoda, la novia transformó su vestido quitándose el can can, el velo y la cola más corta. La recién casada quiso mantener la estructura original del vestido, pero dándole un toque más sofisticado. Dejando al descubierto la espectacular espalda de encaje, añadió un cinturón de encaje con pedrería bordada a manoa juego con los bordados antiguos del velo de su tatarabuela que aportaba un toque de luz y brillo para el momento de la celebración. Para completar el look y estar cómoda al cien por cien, cambió los zapatos de tacón por unas cuñas de esparto.
Su madre y su hermana, igual de espectaculares
Las otras dos mujeres de la familia también deslumbraron en el día más bonito de la vida de Alejandra, a la que su madre llama cariñosamente Lucecilla. Patricia Rato, madre de la novia, estaba radiante con un diseño en tono azul claro diseñado por su amiga Marta Rota para Tot-Hom y un original tocado rígido de Tolentino Haute Hats, atelier de sombrerería sevillano que cuenta con Manuel Carrión y Felipe Vivas como creadores y que es una de las firmas de sombreros y tocados que ha conquistado a celebridades como Lady Gaga, Kim Kardashian o Madonna.
La hermana de Alejandra, Isabella Ruiz de Rato, que además fue testigo de su boda, lució un increíble diseño en color rojo de **Jorge Vázquez para Pertegaz, el creador que se encargó del vestido de novia de la reina Letizia en 2004. El vestido de la joven era con largo por encima de la rodilla, manga tres cuartos abullonada y una original falda con volumen abullonada y varios lazos en el mismo tejido en la parte delantera del diseño. Un diseño original y perfecto inspirado en Ava Gadner y en los viajes que realizó la actriz a España en los años cincuenta, una fuente de inspiración que ha servido para la creación de la tercera colección de Vázquez para Pertegaz** presentada hace apenas unos días. Isabella, fiel a su estilo, llevó el pelo suelto y como complementos solo lució dos anillos modelo Tambor de Yanes pertenecientes a su madre.
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