- Recopilamos los mejores consejos de Cuca Miquel, coach de belleza.
- Las mejores recomendaciones para triunfar en la ‘Operación bikini’.
- ¿Quieres saber cuál es el mejor tratamiento para tu cuerpo? Descubre el diagnóstico corporal con medición ecográfica.
El azúcar y la sal son dos condimentos que se usan para realzar los sabores de los alimentos, para potenciar el sabor dulce y salado pero, últimamente, su consumo es cuestionado por los expertos. El azúcar procede de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera y es la unión de glucosa y fructosa. El azúcar blanca es la refinada, más dulce y la morena más natural y menos dulce. Se consume una media de 120 gramos de azúcar diarios ya que no solo se suman los sobres de azúcar que puedas comer sino que muchos de los alimentos que compras llevan azúcar entre sus ingredientes y otros los llevan de forma natural como las frutas.
Los expertos recomiendan reducir el consumo a un máximo de 50 gramos al día, un exceso de azúcar puede conllevar cambios metabólicos debido a que el azúcar es lo que se conoce como calorías vacías y su consumo produce picos de insulina que, a la larga, pueden ocasionar síndromes metabólicos, favoreciendo además obesidad y diabetes y se habla de un cierto poder adictivo del azúcar.
Si tienes pensado reducir el consumo de azúcar, puedes sustituirlo por miel que es un edulcorante sencillo que debe consumirse también de forma moderada, aunque tiene efectos positivos en la salud aumentando las defensas del organismo pero está prohibida para diabéticos. La panela es una opción saludable por su aporte en vitaminas y minerales pero tampoco es apta para personas con sobrepeso o diabetes. El sirope de ágave es algo más dulce, por lo que necesitas usarmenos cantidad y además tiene activos saludables que mejoran la flora intestinal. Por su parte, la stevia es un edulcorante saludable, apto para diabéticos y personas con sobrepeso, aporta minerales, vitaminas, y antioxidantes.
La sal por el contrario no aporta calorías, y se distingue entre sal marina, de manantial y yodada. El 15 % de la sal que ingieres procede de los alimentos y el exceso es la sal que pones en tus comidas. El consumo medio es de 10 gramos diarios y lo recomendado es de 1,5 gramos al día. El organismo necesita esos minerales para su funcionamiento pero un exceso de sal puede ocasionar hipertensión, aumentar la celulitis, el edema y producir una sobrecarga renal y cardiaca. Además, favorece la pérdida de calcio y también aumenta la retención de líquidos.
Para conocer la sal de los alimentos preparados, la ecuación es sencilla, multiplica la cantidad que pone en el envasepor 2,5 y el resultado será la sal que estás ingiriendo. Como sustitutos, existen hierbas aromáticas, ellimón y el ajo que pueden ayudarte a saborizar los alimentos. Si quieres gozar de buena salud, debes restringir el consumo de sal y buscar sustitutos así como mirar el etiquetado de lo que compres. Recuerda que los excesos son malos pero un consumo moderado del azúcar y la saltambién tiene efectos beneficiosos.
Fuente: Leer Artículo Completo