Después de los excesos del verano lo ideal es resetear o depurar el cuerpo y volver a llevar una alimentación saludable, horarios y una agenda para evitar que tu vida se convierta en un caos. El estado de tu casa también influye en tu bienestar global y para comenzar la nueva temporada de la mejor manera nada mejor que un plan detox que ni la mismísima Marie Kondo podría ponerle pegas. ¡A por ello!
Mantén despejada la entrada
El recibidor, hall o entrada es lo primero que vemos cuando llegamos a casa y que se suele convertir en un batiburrillo de objetos si no pones especial cuidado en mantenerlo ordenado. Organiza bien tu entrada utilizando un cajón, un vacía bolsillos o una cajita donde puedas dejar las llaves y las cosas que siempre llevas a la calle y necesitas coger en el último momento. Si tienes la costumbre de dejar la chaqueta, abrigo, bolso o zapatos en un mueble en la entrada recuerda ir manteniéndolo con una prenda de cada para evitar se vayan amontonando. Prepáralo todo el día antes y así no tendrás que andar con prisas a última hora.
Coloca algunas plantas para refrescar el ambiente y haz algún pequeño cambio en la decoración para sentir el espacio renovado.
Revisa tu neceser
Tu baño y tu neceser necesitan una revisión urgente. Esas cremas que no terminan de convencerte por su textura o su olor, o porque no funcionan bien en tu piel, perfumes que no usas o que han cambiado su olor, muestras que llevan en el cajón desde ni se sabe, barras de labios que nunca utilizas y así un sin fin de cosas más que tendrías que retirar de tu vida para que puedan permanecer solo lo que de verdad utilices y ver claramente qué necesitas reponer. Atenta a las fechas de caducidad porque los cosméticos no son eternos y seguramente tengas bastantes cosas caducadas. De paso examina tu botiquín porque los medicamentos caducados deberías llevarlos a un punto de reciclado que encontrarás seguramente en tu farmacia.
Documentos y papeles importantes
Revisa todos tus papeles y pon en carpetas los que de verdad necesitas. Tira todos aquellos tickets de compra de hace siglos, facturas de compañías de servicios que ya ni utilizas, publicidad, revistas de promociones, analíticas de hace años, folletos… y así un largo etcétera que colapsa tu casa con papeles que no sirven absolutamente para nada. Deshazte de ellos en el contenedor azul y comienza la nueva temporada con los documentos y papeles que necesitas tener a mano y que están vigentes.
Ten en cuenta también los documentos digitales, despeja el escritorio de tu ordenador para tener una pantalla en la que aparezcan las carpetas que utilizas y archiva o elimina aquello que no utilices o ya no te vaya a hacer falta. Haz limpieza en tu ordenador, tu móvil y tu tablet para comenzar el nuevo curso más despejada y favoreciendo el aumento de memoria, física y virtual.
Una cocina funcional
Seguramente tu nevera y tu despensa guarden algunos productos que, o bien están caducados, o bien jamás vas a consumirlos, así que deshazte de los productos caducados y dona aquellos a los que no vas a dar salida en tus menús semanales.
Si se te han acumulado platos, tazas, vasos diferentes o utensilios que no utilizas, no dudes en meterlos en una bolsa y donarlos, otras personas pueden utilizarlos mientras tú los tienes muertos de risa. Te será más fácil mantener el orden y la limpieza en la cocina. Recuerda que con tener la encimera despejada y el suelo limpio ya se ve todo mucho más recogido al entrar en tu cocina y cocinar en un espacio agradable es mucho más fácil y apetecible.
El armario perfecto
De Marie Kondo aprendimos a quedarnos solo con aquellas prendas que nos hicieran felices pero vamos a ser más prácticas. No dudes en meter mano a tu armario para dejarlo en perfectas condiciones después del verano, revisa todas las prendas y deshazte de la ropa que no usas y la que no te vale, incluso ese vaquero que te quedaba maravillosamente hace algunos años pero desde hace tres no te entra. Guarda la ropa puramente de verano (bañadores, toallas, vestidos de playa…) que ya no vas a utilizar y saca prendas de entretiempo. Ordénalas en sus perchas y cajones después de lavarlas, coloca saquitos de lavanda en tu armario e intenta no acumular tanta ropa que no sepas realmente ni lo que tienes.
Todas tenemos una silla, baúl u objeto como una bici estática que acaba convirtiéndose en un lugar donde acaba toda la ropa que por pereza no ordenas en su sitio amontonada. No dejes que se acumulen las prendas de esa manera, lo que se pueda reutilizar al armario o al cajón y lo que no al cesto de la ropa sucia, es mucho más rápido que dedicarle toda una tarde a clasificar ese montón de ropa terrorífico que se ha ido acumulando. Tu mesilla de noche también intenta que esté siempre lo más despejada posible.
Aunque organizar la casa entera lleva mucho tiempo y planificación, con estos pequeños cambios puedes tener la casa más organizada y libre de todos aquellos objetos que no hacen más que estresar la mente sin aportar absolutamente nada. Una casa despejada favorece un estado de calma y un bienestar que bien mereces después del verano para afrontar la vuelta a la rutina de la mejor manera. Are you ready?
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