Hay películas que le ponen a una los pelos de punta. Por ejemplo, esas que muestran conciertos multitudinarios, fiestas o trayectos en transportes públicos abarrotados. ¿Pero qué es esa promiscuidad social en tiempos del coronavirus? ¿Esa gente no sabe que se expone a miles de contagios por segundo? Dicen los expertos que, incluso después del fin del confinamiento, nuestro contacto con los demás se verá disminuido en un 75%. Esperamos que no sea verdad, pero, por si acaso, te presentamos un bonito tutorial sobre distanciamiento social a través de cinco películas.
¡Quítame a esta niña de encima! ‘Monstruos S.A.’
¡Los niños son contagiosos!, gritaban los engendros de esta película de Pixar, y en estos momentos en que nuestros pequeñuelos han pasado a llamarse “vectores de contagio asintomáticos”, los entendemos perfectamente. Sully y Mike pasan la primera parte de esta película manteniéndose a distancia de la pequeña Boo, fabricando mascarillas caseras y gritando con horror cuando la pequeña les estornuda en la cara. Luego, como es natural (esto es Disney, amigos), le cogen cariño.
Houston, tengo un problema. ‘Marte’
Si hay un récord de distancia social, lo batió Matt Damon cuando sus colegas astronautas le dieron por muerto y le dejaron colgado en el Planeta Rojo, con una playlist de música disco de los 70 y unas patatas congeladas que tuvo que cultivar a base de excremento humano. Aun así, el marciano (como se autodenominaba el protagonista de esta película, basada en la novela de Andy Weir) se tomó elaislamiento definitivo con sentido del humor (lo primero que escribió a la NASA cuando logró establecer comunicación fue “tetas”). No es una mala lección para aplicar en estos tiempos.
Que corra el aire, vampiro: ‘Crepúsculo’
Si fuiste adolescente en 2008 y los adultos del lugar se reían de ti por tu fervor por los vampiros románticos de ‘Crepúsculo’, ahora puedes devolvérsela: en realidad, Edward Cullen (Robert Pattinson) practicaba un sanísimo distanciamiento social (eso sí, para evitar que la palpitante sangre de Bella, Kristin Stewart, le tentara demasiado): se mantenía siempre a un par de metros, se tapaba la nariz y tenía mucho cuidado de dónde ponía las manos. Claro que él ya era un experto en esto de las pandemias: se había transformado en vampiro en 1918, cuando estaba a punto de morir de gripe española.
¡Que no me toques! ‘El chico de la burbuja’
Los jóvenes trágicamente aislados por razones inmunitarias son un clásico de nuestro cine y, por supuesto, siempre es el descubrimiento del amor el que lo altera todo: ‘Elegir un amor’, ‘El amor lo es todo, todo’… y, por supuesto, las dos versiones de ‘El chico de la burbuja’: la setentera melancólica, protagonizada por un John Travolta a punto de dar el campanazo con ‘Fiebre del sábado noche’; y la tragicómica del siglo XXI, con Jake Gyllenhaal al frente del reparto.
La familia mal, gracias. ‘El resplandor’
Los Torrance se autoaislan en un hotel de montaña para alejarse del mundanal ruido (y del alcoholismo agresivo de papá Torrance, AKA Jack Nicholson). El problema es que lo hacen en el siniestro Overlook, y allí los fantasmas (familiares y de los otros) van socavando la inestable mente del progenitor hasta que Jack estalla en un grandioso baño de sangre. Si estáis a salvo de los virus y tu pareja no ha empezado a escribir compulsivamente “No por mucho madrugar amanece más temprano”, date con un canto en los dientes.
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