Los antioxidantes son fundamentales para tener una salud de hierro. Integrarlos en nuestra dieta nos ayudará a mejorar nuestra alimentación y tener una mejor nutrición. Ya te explicamos ¿qué son, cómo actúan y cuál es la mejor forma de aprovechar su poder?
Pero ahora, gracias a la doctora en farmacia y nutricionista, y conocida en redes sociales como Boticaria García tenemos una clave aún más sencilla para encontrarlos y detectarlos. ¿Habías pensado alguna vez que el color te ayudaría a descubrir la composición o beneficios de un producto? Pues así es.
El color de frutas y verduras te ayudará a identificar el tipo de antioxidante que poseen ya que los pigmentos que consiguen estos colores son los que contienen dichos antioxidantes y, consumiéndolos, es la mejor manera de integrarlos en nuestro organismo.
¿Qué antioxidante aporta cada color?
Para conseguir betacaroteno en nuestro organismo, que aporta vitamina A, tendremos que consumir frutas y verduras naranjas como zanahorias, calabaza, melón cantalupo o albaricoques. Si queremos tomar licopeno recurriremos al color rojo consumiendo tomates, pimiento rojo, sandía o papaya que nos ayudarán en la prevención de enfermedades crónicas. Para conseguir las propiedades farmacológicas y terapéuticas de los antocianos tendremos que tener en cuenta el color morado de las uvas, ciruelas, arándanos o moras.
El color amarillo es el encargado de contener luteína, indicada para proteger la visión, y podemos encontrarla en el maíz, el pimiento amarillo o la yema del huevo. El color blanco está marcado por tener compuestos azufrados y estar presente en ajos, cebolla y puerro. Y por último, la clorofila, que ayuda al sistema circulatorio, se encuentra en frutas y verduras de color verde como las espinacas, lechuga, acelgas o brócoli.
Como explica la propia Boticaria García en su perfil: «El objetivo de esta infografía es animar a que cuando veamos «los colorines» en las frutas y verduras pensemos en los antioxidantes que nos llevamos para el cuerpo cuando les metemos un «bocao». Y que ello nos lleve a querer combinarlos y, sobre todo, a consumir cuantos más, mejor».
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